TENIS | US Open

Medio Nadal sobra para ganar a Dodig

Sin brillo pero con efectividad, el balear se clasificó para octavos de final del US Open gracias a su triunfo ante el croata por 6-4, 6-3 y 6-3

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nadal continúa a lo suyo en el US Open. En esta ocasión, la víctima fue el croata Dodig por 6-4, 6-3 y 6-3. Sin espectacularidad, sin el buen juego de las últimas semanas, ganó. Y eso es lo importante para él. También llama la atención que últimamente da igual que juegue bien, mal o regular: saca adelante el partido. Su derecha no entiende de problemas ni de días tontos. Y eso que, curiosamente, su rival era el jugador con mejor clasificación -38 de la ATP- que no tenía un cara a cara desfavorable con el español –en los dos enfrentamientos previos, cada uno había ganado un partido-. Pero la estadística influyó bastante poco. Nadal ya está en cuarta ronda del último grande, donde se medirá al ganador del Isner-Kohlschreiber.

Un partido donde se cumplió el patrón habitual: la primera rotura de servicio no tardó en llegar. Un clásico. Como la canción del verano. ‘La Barbacoa’ de turno llegó en este caso en el tercer juego. Y de ahí en adelante, poco más, poco tenis. No era el día de bailes ni estribillos pegadizos. Era un partido para sacarlo adelante y pensar ya en cotas mayores. De ahí que no hubiese brillo en el partido. No hacía falta, era día de remangarse y pringar.

Enfrente, a Dodig le salvó el saque, que no es poco. El problema era que en cuanto el punto se estabilizaba, sobre todo cuando sacaba Nadal, el croata era un juguete para el español. Para eso no le hace falta brillar. Y eso que el número 38 del mundo tiró del ‘otro’ tenis para ver si sonaba la flauta. Que si una llamada al médico por aquí –pidió asistencia médica con 4-3-, que si me molesta la rodilla por allí. El caso es que intentó parar el partido. Obviamente no funcionó. Nadal siguió jugando agresivo.

Porque el de Manacor arriesgó mucho en el primer set. De hecho, hizo más errores no forzados que su rival, algo poco común. Esa mayor agresividad se tradujo, eso sí, en más tiros ganadores que su rival. Por el contrario, el número 38 del mundo iba con asiduidad a la red a probar fortuna. Y tampoco le fue mal. No era una mina de oro, pero sí que hacía más puntos de los que perdía. Sin embargo, tampoco pudo evitar de nuevo un temprano ‘break’ al inicio del segundo set. Y otra vez en el tercer juego. La mecánica de Nadal es imparable.

El único momento en el parcial con algo de tensión para el manacorense fue con 3-2 a su favor, donde su rival tuvo una oportunidad de rotura. Pero fue un espejismo. Sin más sufrimiento, y con otra rotura más, cerró la manga. Ya en el último set, en el primer juego Dodig tuvo una nueva bola de ‘break’. Volvió a fallar.

Y para no perder las buenas costumbres, el número dos del mundo rompió al croata la segunda vez que restó. Como en el primer y segundo set. Una cuestión de rutinas. Ahí ya murió el partido, si es que alguna vez hubo. Nadal cumplió los pronósticos y se metió en octavos de final. Y en la siguiente ronda cambiará de canción para ponerse el mono de trabajo: “Volver a empezar, otra vez...”.