Conmoción descubierta
La NFL llega a un acuerdo para pagar 578 millones de euros a más de 18.000 jugadores retirados por encubrir durante décadas las posibles lesiones cerebrales derivadas de los golpes recibidos durante sus carreras profesionales
Actualizado: GuardarUna disciplina en la que los contactos con morlacos de más de cien kilos de peso son el pan de cada día, en la que las lesiones musculares y óseas son habituales y en donde las secuelas de una dura carrera profesional pueden ser dramáticas, poco tiene que ver con la máxima que defiende la estrecha y beneficiosa relación entre deporte y salud.
Pero así es el día a día de la NFL, la Liga Nacional de Fútbol Americano, y las dramáticas consecuencias de pertenecer a una competición que, pese a las aparatosas protecciones que cubren el cuerpo bajo las vistosas camisetas y los ostentosos cascos, implica también demasiados riesgos a medio plazo.
De hecho, según han demostrado varios estudios médicos, los jugadores de la NFL tienen más posibilidades de sufrir alzheimer, de padecer demencia temprana o de caer en depresiones que cualquier otro deportista como consecuencia de las habituales conmociones cerebrales y las lesiones derivadas de los continuos choques y golpes en la cabeza.
Por eso, los profesionales se revelaron hace ya algunos años contra la organización y denunciaron que la NFL había escondido estos riesgos conocidos para evitar la fuga de jugadores y mantener limpia la imagen de la Liga y evitar escándalos. Pero, durante las últimas décadas, se han sucedido casos de enfermedades mentales, pérdidas de memoria y otros trastornos similares que incluso arrastraron al suicidio a futbolistas retirados que no habían alcanzado aún los 50 años. Uno de los sucesos últimos y más significativos fue el de Junior Seau, ex de New England Patriots, San Diego Chargers y Miami Dolphins, que padecía alzheimer a los 43 años y se pegó un tiro en el pecho el 2 de mayo del pasado año.
Tras una dura pugna en los tribunales, la NFL ha llegado a un acuerdo con familiares y exprofesionales y ha aceptado finalmente compensar con 765 millones de dólares (unos 578 millones de euros) a más de 18.000 futbolistas retirados por las posibles lesiones cerebrales relacionadas con las conmociones cerebrales sufridas para poner fin a las demandas interpuestas contra la organización.
Además de las compensaciones económicas, el pacto incluye fondos para exámenes e investigaciones médicas y establece un plazo de 20 años para el pago completo (la mitad a abonar en los tres primeros años y el resto a modo de pensión en los siguientes 17).
Entre los demandantes se incluían más de una decena de miembros del Salón de la Fama de la NFL, como el excomponente de los Cowboys de Dallas, Tony Dorsett. Entre otros asuntos, criticaban la presión a la que se veían sometidos los jugadores, que incluso llegaban a ocultar las conmociones cerebrales sufridas para evitar ser apartados de la franquicia y poner en riesgo sus contratos.