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La inesperada fragilidad de Messi

Es duda para Málaga por un hematoma, segundo contratiempo del argentino en la temporada del Mundial

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Tras cinco años sin lesionarse en los que parecía un futbolista de hierro y un experto en leer las señales que le enviaba su cuerpo, Leo Messi vuelve a parecerse en los últimos meses a aquel adolescente de cristal que en sus primeros pasos en el primer equipo del FC Barcelona se lesionaba muscularmente con frecuencia. El último contratiempo lo sufrió el miércoles en el Vicente Calderón en el partido de ida de la Supercopa de España contra el Atlético. Tras echarse la mano al muslo izquierdo al inicio del partido, aguantó hasta el descanso, pero ya no jugó la segunda parte de un partido que acabó 1-1. Se retiró al vestuario con cara de dolor, por lo que se temió por una lesión grave.

Las pruebas médicas que se le realizaron este jueves en Barcelona descubrieron un hematoma intramuscular postcontusional en el bíceps femoral del muslo izquierdo. En principio, no está descartado para enfrentarse el domingo al Málaga, pero todo indica que ya será reservado para la vuelta contra el Atlético que se disputará el miércoles en el Camp Nou.

Durante la pretemporada ya no participó en el último amistoso en Malasia al notar una sobrecarga en el muslo izquierdo. Incluso fue baja en el amistoso prestigioso que Argentina ganó en Italia (1-2). Aun así jugó la primera jornada liguera ante el Levante a un gran nivel y logró dos goles, pero el Tata Martino le sustituyó en la segunda parte por precaución, señal de que alguna molestia arrastraba.

Los problemas de Messi llegan desde el 2 de abril en el Parque de los Príncipes de París, cuando en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. El problema fue que, sin apenas descanso, tuvo que reaparecer en el encuentro de vuelta para cerrar el pase a semifinales con una acción personal que finalizó Pedro.

Entonces apenas hubo información médica sobre su lesión, por lo que Messi pasó de jugar caminando en la ida de semifinales ante el Bayern a no disputar la vuelta. Acabó la Liga en la enfermería.

Tras el descanso veraniego, repleto de bolos comerciales y viajes, parecía recuperado, pero vuelve a sufrir ahora otro problema, aunque en la otra pierna. El curso 2013-14 está repleto de exigencias para Messi, no solo con el Barça, sino también con la selección argentina, a la que quiere darle un Mundial. En el Camp Nou se siente comprometido con un técnico de su Rosario natal como Martino, precisamente el hombre que quiere mimarle y dosificarle, algo a lo que el ‘10’ siempre fue reacio por su afán de jugarlo todo y de competir por todos los registros. Esta vez le tocará ser prevenido.