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Al menos 24 policías muertos en un ataque en el Sinaí egipcio
Un grupo de seis hombres armados ha lanzado proyectiles de mortero contra dos microbuses
EL CAIRO Actualizado: GuardarAl menos 24 policías han muerto este lunes y otros tres han resultado heridos graves en un ataque armado cerca de la localidad de Rafah, en el norte del Sinaí egipcio y en la frontera con la franja de Gaza, han comentado fuentes policiales. Un grupo de seis hombres armados ha lanzado proyectiles de mortero contra dos microbuses en los que se desplazaban los miembros de las fuerzas egipcias en la carretera que une Rafah con Al Arish, capital del Norte del Sinaí.
Según las fuentes policiales de Al Arish consultadas, esos proyectiles no alcanzaron los microbuses, de modo que los atacantes, que viajaban en dos coches, pasaron a obligar a los policías a bajarse de los vehículos y les dispararon. Entre los muertos se encuentran los dos conductores de los microbuses, que son también policías, mientras que los heridos han sido trasladados a un hospital.
Egipto está sumido en una ola de violencia desde el pasado miércoles, cuando la policía desalojó dos acampadas en El Cairo de manifestantes islamistas que reclaman el regreso al poder de Mohamed Mursi, depuesto el pasado 3 de julio por un golpe militar. Los incidentes se han sucedido en las últimas semanas en la península del Sinaí, convertida en un foco de inestabilidad y escenario de ataques contra las fuerzas de seguridad y gasoductos, así como de actos de contrabando y secuestros.
Campaña de arrestos
Mientras tanto, los Hermanos Musulmanes han denunciado la detención de al menos 400 de sus dirigentes en los tres últimos días, y han acusado a las autoridades egipcias de haber torturado y calcinado a 36 detenidos cuando eran trasladados ayer a una prisión.
Ahmed Abu Baraka, abogado de la Hermandad, ha asegurado en una rueda de prensa que los responsables de la agrupación han sido puestos en detención preventiva durante 15 días y se les ha prohibido contactar con sus abogados o recurrir sus órdenes de detención.
El portavoz del denominado Frente de Defensa de los Detenidos, Mustafa Azab, ha señalado que los cuerpos de los 36 arrestados que murieron ayer en un confuso incidente en el norte de El Cairo permanecen en un depósito de cadáveres. Ha agregado que las autoridades se niegan a entregar los cuerpos a sus familias a menos que estas reconozcan que murieron asfixiados.
"Ahora planean asesinar a los dirigentes de los Hermanos detenidos tal y como asesinaron ayer a los que estaban arrestados, aunque no llevaban armas y no cometieron ningún delito", ha denunciado Abu Baraka, quien ha pedido la formación de una comisión independiente que investigue el suceso.
Según la versión de las autoridades, los 36 detenidos murieron al amotinarse en el convoy que los trasladaba a una cárcel en el norte de El Cairo y secuestrar a un policía, lo que motivó la actuación de los cuerpos de seguridad con gases lacrimógenos, que supuestamente causaron su muerte por asfixia. Azab ha descartado que los detenidos muriesen asfixiados y ha asegurado que fueron torturados y posteriormente calcinados por los policías, que intentaron así esconder las señales de las torturas.
Durante la rueda de prensa, el Frente de Defensa de los Detenidos ha denunciado, asimismo, las supuestas violaciones de derechos humanos cometidas por la Policía y el Ejército durante el desmantelamiento el miércoles pasado de las protestas de los islamistas en las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y Nahda. "Lo que ocurrió en Rabea y Nahda es un auténtico genocidio y desde entonces el derramamiento de sangre no ha parado un solo día. Cada día se registra una violación sin precedentes, no hay protección para la oposición al golpe", ha dicho Azab.
Suspensión de cualquier imán que incite a la rebelión
Pero pese a las denuncias de los Hermanos Musulmanes, el Gobierno egipcio continúa actuando con mano de hierro. Así, el Ejecutivo ha anunciado que suspenderá inmediatamente de sus funciones a cualquier imán que utilice las mezquitas para incitar contra el Ejército, la policía o las instituciones del Estado. En un breve comunicado, el Ministerio del Auqaf (Asuntos Religiosos) ha subrayado que en las mezquitas y en los sermones de los clérigos tienen cabida "la misericordia y el perdón, y no la violencia y el terrorismo". Esta medida pretende evitar que los imanes afines a los Hermanos Musulmanes continúen en sus puestos y alienten durante el rezo a rechazar la represión de las fuerzas de seguridad egipcias de las protestas de los seguidores de Mursi.
Por su parte, el mufti de Egipto, la máxima autoridad musulmana, Shauqi Alam, ha condenado la violencia y ha advertido al pueblo de que "cualquier conflicto civil solo favorecerá a los enemigos de la patria". "Expresamos nuestra condena total a la violencia y al terrorismo, en todas sus formas, las cuales están categóricamente prohibidas por el islam", ha manifestado Alam en un discurso televisado.
El mufti ha pedido a los egipcios que protejan las instituciones del Estado y ha señalado que la posesión de armas en las protestas no está permitida por la religión. El líder religioso ha instado a los servicios de seguridad a que apliquen la ley y trasladen a quienes no la respetan a los tribunales.