Tata Martino, un técnico al gusto de Messi
Su elección para dirigir al Barça se basa en unos criterios en el juego que se asemejan al estilo irrenunciable implantado en el club azulgrana.
BARCELONA Actualizado: GuardarGerardo 'Tata' Martino, de 50 años de edad, fue la sorprendente apuesta del Barça para suplir a Tito Vilanova tras su renuncia por enfermedad. Sin experiencia en el fútbol europeo (solo unos meses como jugador en el Tenerife en la campaña 1990-91), su elección se basa en unos criterios en el juego que se asemejan bastante a ese estilo irrenunciable en el club azulgrana: salida con el balón desde atrás, toque, combinación, defensa adelantada, presión arriba, asumir riesgos. Su éxito más reciente fue el título del Torneo Final 2013 (antiguo Clausura) en Argentina al frente de Newell's Old Boys, el club de su corazón en el que triunfó como jugador, que asumió cuando estaba amenazado por el descenso. Incluso lo llevó hasta la semifinal de la Copa Libertadores.
Éxitos en Paraguay
Más allá de las fronteras argentinas, a Martino se le valora por el excelente papel que hizo la selección de Paraguay entre 2007 y 2011 bajo su batuta, en especial en la clasificación y en el Mundial 2010 disputado en Sudáfrica, donde solo cedió ante España (1-0) en cuartos de final en un partido en el que Iker Casillas paró un penalti a Cardozo antes de que David Villa marcara el gol del triunfo para 'La Roja'.
Al año siguiente, la selección guaraní prolongó su buena racha alcanzando la final de la Copa América, aunque cayó derrotada por Uruguay por 3-0-
Aquella albirroja valiente y ordenada se ganó merecidas alabanzas. Poco podía imaginar el técnico argentino que en esas fechas comenzaba a ser tenido en cuenta por la dirección deportiva del Barça en su amplia agenda.
Técnico dialogante, de verbo más directo y menos adornado que el de algunos de sus compatriotas, recibió el visto bueno de Messi desde el primer día.
El '10' le alabó hace un año en público por cómo hizo jugar a Newell's, el club del que el jugador y su padre son aficionados en Rosario y en Argentina. De ahí a que fuera una petición de Messi va un mundo. Otra cosa es que Sandro Rosell pensara en el técnico que menos amenace la tranquilidad mental del mejor jugador del mundo.