Rajoy: explicaciones con reprimenda
El presidente critica a la oposición, a los medios y a la opinión pública por haber dudado de la palabra presidencial y haber amagado con la moción de censura
MADRID Actualizado: GuardarMarano Rajoy ha comparecido hoy en el Parlamento para reconocer el 'error Bárcenas', rechazar las acusaciones emitidas por el exgerente y reprender a la oposición, a los medios y a la opinión pública por haber dudado de la palabra presidencial y haber amagado con la moción de censura.
La presión era tal que Rajoy, que había solicitado la comparecencia para explicar la situación política y económica del país, se ha ceñido sustancialmente a la cuestión candente, el 'caso Bárcenas', que por primera vez ha llamado por su nombre. La amenaza de una moción de censura, propia o impropia pero que había causado revuelo en los medios internacionales, ha terminado rindiendo frutos, pero Rajoy no ha podido disimular su contrariedad.
El nudo de la intervención se ha ajustado al guion exigible: Rajoy ha reconocido el error de otorgar su confianza a Bárcenas y ha negado todas sus acusaciones. Expresamente, ha negado la doble contabilidad y el uso de dinero negro en el pago de retribuciones y gastos, que se han ajustado a lo que hace "todo el mundo". Y ha remitido el asunto a los tribunales, que son los que deben efectivamente manejar el caso y conducirlo hacia su desenlace.
Pero, a continuación, Rajoy ha apelado a la presunción de inocencia, supuestamente ignorada por la oposición en bloque, los medios de comunicación y la opinión pública, y ha criticado el recurso a la moción de censura como medio de conseguir sus manifestaciones públicas. A juicio del presidente, tal iniciativa ha sido la causante del descrédito de España ante la comunidad internacional y en los mercados... Sin ver que los ojos escrutadores de la opinión mundial se escandalizan de la corrupción reinante -y no sólo del 'caso Bárcenas'- más que con cualquier otro asunto.
Rajoy, en definitiva, ha pretendido que Bárcenas y sus casi cincuenta millones de euros en Suiza eran un absceso del PP que, una vez extirpado y en la cárcel, no ha dejado más huella. Aunque el sentido común indique que esa fortuna, que tiene que provenir del propio PP, está vinculada a una financiación del partido cuando menos irregular, por utilizar un término piadoso.
Al término de su intervención, Rajoy ha enunciado por enésima vez la panoplia de medidas contra la corrupción que ha lanzado o está lanzando el gobierno. Éste es el camino, aunque debería recorrerse de la mano de la oposición y de los ciudadanos. De momento, Rajoy ha salvado el escollo pero no ha ganado la credibilidad. Ha dado pasos, ha brindado explicaciones pero siguen faltando las explicaciones concretas sobre el complejo episodio, pieza separada del "caso Gürtel", que está muy lejos de haberse esclarecido en vía política. En vía judicial, las investigaciones avanzan, y no sería bueno que sus conclusiones no estuvieran previstas políticamente por el propio PP.