CONFLICTO diplomático

Londres acusa a España de «torturar» a los gibraltareños por los controles en la verja

Reino Unido culpa a Madrid de provocar embotellamientos como venganza por la construcción de un espigón que impedirá a los barcos españoles faenar en el Peñón

MADRID / LONDRES Actualizado: Guardar
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Las autoridades británicas acusaron a España de provocar deliberadamente los embotellamientos registrados este fin de semana en la frontera con Gibraltar como represalia a la construcción de un espigón artificial destinado a impedir que los barcos españoles faenen en las aguas del peñón.

Según informó en su cuenta de Twitter el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, llamó por teléfono el domingo a su homólogo español, José Manuel García-Margallo, para tratar de rebajar la tensión. García-Margallo recordó a Hague que España tiene la "obligación" de hacer controles en la verja que delimita Gibraltar para velar por el cumplimiento de las normativas europea y española sobre circulación de personas, evitar la evasión de capitales y luchar contra los tráficos ilícitos y el contrabando. Por eso, insistió en que este tipo de registros más exhaustivos, como los de los últimos días, se seguirán haciendo cuando se considere "necesario".

Las autoridades del Peñón denunciaron que las autoridades españolas estaban provocando "retenciones deliberadas" en el tráfico desde y hacia la colonia británica desde el pasado viernes, debido a que agentes de la Guardia Civil registraban "prácticamente todos los vehículos". Este lunes no había problemas en la frontera, según la policía de Gibraltar. Sin embargo, este fin de semana se formaron filas de hasta seis horas para entrar o salir del territorio británico de 6,8 km2 cuya soberanía reclama España.

"El Gobierno español ha infligido retrasos inútiles a niños, personas mayores y personas con discapacidades en temperaturas que iban hasta los 30 grados", lamentó Gibraltar, que lo tildó de "tortura" antes de agregar que tuvo que enviar una ambulancia al lugar para socorrer a los automovilistas afectados por el calor.

Daños para la ecología

Fabian Picardo, jefe del gobierno de Gibraltar, ha acusado hoy a los servicios de aduanas españoles de provocar, de manera deliberada, estos retrasos para vengarse de la construcción de un espigón artificial de cemento en el Mediterráneo la semana pasada. Según Picardo, esta barrera pretende "impedir a los pescadores españoles faenar de manera ilícita" y proteger los recursos marinos. Pero no ha sido del agrado de Madrid, que argumenta que los bloques de cemento pueden dañar las redes de pesca, espantar a los pesces y crear daños para la ecología.

El derecho de pesca suele ser un motivo recurrente de discrepancias entre Londres y Madrid que reclama desde hace tiempo la soberanía del peñón, un territorio cedido en 1713 por España a Gran Bretaña, lo que Londres rechaza alegando la oposición de la población local a volver bajo bandera española.