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Miriam Díaz-Aroca y Belinda Washington, viudas sobre las tablas
Socias y excuñadas bien avenidas, presentan 'Ni para tí ni para mí', un desternillante duelo entre dos mujeres que, al enviudar, descubren que compartieron marido y, ahora, difunto
MADRID Actualizado: GuardarSon socias y excuñadas bien avenidas e incluso comparten perfil profesional como actrices y presentadoras pero, antes que nada, Miriam Díaz Aroca y Belinda Washington son amigas. Y eso se nota. Además de bromas y guiños cómplices, este prometedor dúo comparte ahora escenario en la obra de teatro ‘Ni para ti ni para mí', un desternillante duelo entre dos mujeres que, al enviudar, descubren que compartieron marido y, ahora, difunto. Con un matiz, en esta obra no existe la figura de 'la otra', la amante, si no dos mujeres oficiales de un difunto que deja como legado un testamento envenenado.
Con 150 bolos previstos hasta finales de año y una acogida que ha superado todas sus espectativas -"Todavía no nos han tirado nada"-, la obra se puede disfrutar hasta el 4 de agosto en el teatro Cáser Calderón de Madrid. “Dos mujeres esperan en un tanatorio para recoger las cenizas de su marido y, cuando anuncian el nombre por megafonía, se descubre el pastel. “Soy yo la mujer”, dice una. “No, la mujer soy yo”, replica la otra”. Así arranca la singular obra, que cuenta con libreto de Juan Luis Iborra, según explica Washington. “Le perseguimos, le acosamos y el pobre se dio por vencido y nos escribió este libreto para este dúo de locas. Ha sido toda una apuesta este proyecto de trabajo juntas”, señala la actriz y presentadora, quien hizo escuela en la prensa rosa televisiva junto a Antonio Botella “Chapis” con el exitoso espacio ¡Qué me dices!.
Al igual que encima del escenario, Miriam y Belinda despliegan en la vida real grandes dosis de humor a la hora de abordar los temas banales y, sobre todo, los importantes. Una suerte de lanzadera de carcajadas como arma secreta frente a los avatares existenciales (y terrenales) del día a día y un alivio momentáneo para un espectador que agradece más que nunca el chute de humor.
- Pregunta: ¿Cómo es eso de compartir difunto?
Washington: Lo peor es descubrir que tu vida no era real, que estabas viviendo una mentira. Y descubrirlo en ese momento además. Debe ser muy difícil y a más de una le habrá pasado, porque hemos notado algún codazo en el patio de butacas. Es difícil encontrarte en la vida real con una situación como esta, con toda una vida que se cae como un castillo de naipes.
Díaz-Aroca: Y agotador, sobre todo para el difunto. Nos llamaba cariño a las dos y nos compraba la misma ropa para no confundirse. Hay muchos Ramones en el mundo con dobles hogares.
Washington: Y Ramonas…
Díaz-Aroca: Pero las Ramonas no tienen dobles hogares, una Ramona que tiene un hogar no vuelve a procrear en otro hogar. Creo que es más de hombres esto de tener dos familias.
- ¿Hay tirones de pelo?
Washington: En la obra no nos pegamos pero estamos a una mijita. Hay mucha tensión y vamos a degüello, pero a degüello verbal.
Díaz-Aroca: A veces nos quedamos con ganas porque los personajes son competidoras, son antagonistas, pero no nos lo planteamos porque vamos muy monas y peinaditas. No merece la pena estropear la estampa. Sí hay mucha batalla verbal, mucho combate dialéctico.
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- Díaz-Aroca: No nos hace ni pizca de gracia pero es eso o nos quedamos en la calle. La convivencia es difícil sobre todo por la diferencia de carácter. Bea es mucho más rígida, distante, fría, antipática, seria.... frente a su antagonista, más rubita, más tontita, más rubita, más happy…. Pero las apariencias engañan y lo que hay detrás es muy distinto. Es una historia preciosa de dos mujeracas que se enfrentan en el escenario.
- ¿El humor es una apuesta segura en tiempos de crisis?
Díaz-Aroca: Es una apuesta segura siempre, la risa es la mejor medicina para el ser humano. Es un trabajo singular para uno mismo y para poder ofrecer a los demás. Ofrecemos un catálogo de buenas risas. Y con mensaje.
Washington: Disfrutar encima del escenario es la clave. El público se une una vez que tú estás en el escenario y te lo estás pasando bien. Es como un contagio.
- ¿La amistad por encima de todo?
Washington: Por supuesto y sobre todo la amistad entre mujeres, es muy importante
- ¿Ellas son sus peores enemigas?
Washington: Esa es la leyenda que nos han querido vender ellos. Les ha interesado mucho enemistarnos siempre y ejercer el papel de gallitos, pero está demostrado que los mejores equipos son de mujeres.
- ¿Hay más proyectos previstos para trabajar juntas?
- Washington: Ganas de trabajar juntas tenemos y proyectos, algo hay. Pero, como todo en la vida, llevamos veintitantos años y ha habido de todo. Programas que han funcionado y han sido un exitazo y otros que no lo han sido tanto. Lo importante es hacer carrera de fondo y mantenerse.