tragedia en santiago

Del goteo a la marea de donaciones

El accidente ferroviario pone a prueba la abnegación de los profesionales sanitarios | Algunos de los que han acudido a donar han tenido que hacer colas de hasta ocho horas

SANTIAGO DE COMPOSTELA Actualizado: Guardar
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"El día que Galicia se puso a disposición de Galicia". Está frase de Núñez Feijóo condensa lo vivido en las últimas horas en varias ciudades gallegas. Al de poco de conocerse la noticia del trágico accidente del Alvia en las proximidades de Santiago de Compostela, cientos de personas se fueron acercando hasta los centros de donación y transfusión de sangre con el fin de poder prestar algo de ayuda a los heridos. Lo que comenzó como goteo constante acabó convirtiéndose en una ola de solidaridad que ha desbordado todas las previsiones. Muchos de los que acudieron sobre las diez de la noche de ayer han tenido que esperar hasta ocho horas para la extracción de sangre. Durante la noche han sido 700 donaciones. 350 litros entre Santiago, Vigo y La Coruña. Unos guarismos que han superado con creces las cifras habituales que manejan las autoridades sanitarias de la Comunidad que, en los mejores días, estiman que se podían registrar medio millar de donaciones.

Una vez cubiertas las necesidades derivadas del siniestro, los centros médicos han pedido escalonar la asistencia de ciudadanos a los puestos de transfusión. Piden que no cesen, porque la preocupación ahora es el apremio de la demanda del resto de exigencias diarias.

Entre los que se han acercado a los centros de donación, en el caso de la urbe compostelana, se ha podido ver al coordinador de Izquierda Unida y portavoz parlamentario en el Congreso de Izquierda Plural, Cayo Lara, que se ha sometido a la extracción cerca de las diez de la mañana. En las largas colas se podían ver caras de agobio y pesadumbre mientras se sabían. Muchos médicos no han podido parar y no han dormido todavía y un buen número de sanitarios que estaban de libranza se han acercado a trabajar. Entre los que han querido aportar su pequeño granito de arena, miles de caras anónimas, tanto de vecinos del lugar como foráneos. Es el caso de Alexandra, una informática de 32 años natural de Roma, que ha interrumpido sus vacaciones por la zona y, junto a las cuatro amigas con las que viaja, se han acercado hasta allí.

Abnegación de los profesionales sanitarios

Por otra parte, el accidente de tren ocurrido en Santiago de Compostela, en el que ha habido ochenta muertos muertos y un número muy elevado de heridos, ha puesto a prueba la abnegación de los profesionales sanitarios. "Ahora mismo hay más médicos que heridos", comentó una anestesióloga del Hospital Clínico de Santiago que como otros muchos compañeros se desplazó hasta el centro sanitario para ofrecer su colaboración en la atención a los muchos pacientes que iban llegando al servicio de urgencias.

Numerosos profesionales sanitarios que se encontraban fuera de su horario laboral en la ciudad o en localidades próximas no han dudado en acercarse hasta el Hospital Clínico. Ese mismo espíritu de profesionalidad y altruismo ha sido destacado también por el gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, Luis Verdes Remesal, quien ha subrayado que "ha habido una respuesta magnífica de todos los profesionales, médicos y personal de enfermería".

En declaraciones a los periodistas en el mismo centro sanitario, la conselleira de Sanidad de la Xunta de Galicia, Rocío Mosquera, ha explicado que todos los medios del Hospital Clínico estaban disponibles. "Tenemos controlado el dispositivo", ha afirmado la titular de Sanidad del Gobierno gallego, que ha añadido que también los hospitales de A Coruña, Vigo y Pontevedra están "en alerta" por si es necesario evacuar a algún herido. Mosquera ha indicado que algunos de los heridos de carácter menos grave han sido enviados al hospital de Pontevedra.