Miles de personas se manifiestan contra el asesinato de Mohamed Brahmi
El dirigente opositor ha fallecido después de que dos hombres le dispararan desde una motocicleta en el momento en que descendía de su automóvil
MADRID Actualizado: GuardarMiles de personas se están manifestando en la ciudad tunecina de Sidi Bouzid, donde comenzó la revolución que derrocó en 2011 al presidente Zine el Abidine Ben Alí, tras el asesinato del dirigente opositor Mohamed Brahmi. "Miles de personas se han echado a las calles, la gente ha bloqueado carreteras y ha prendido fuego a neumáticos", relata Mehdi Horchani, un residente de Sidi Bouzid. "La gente está muy enfadada", precisa. Los manifestantes están coreado eslóganes contra el Gobierno que encabeza el partido islamista moderado Ennhahda y piden su renuncia. "Abajo con el régimen de los islamistas", gritan.
Brahmi, diputado y antiguo secretario general del movimiento izquierdista Echaab ha sido asesinado delante mismo de su casa en Ciudad El Ghazela, en la provincia de Ariana, próxima a la capital, Túnez, según ha informado el portavoz del Ministerio del Interior, Mohamed el Araoui. El político opositor ha sido trasladado al hospital, donde solo ha sido posible confirmar su muerte.
El crimen, según testimonios de su hija, fue cometido por dos hombres que le dispararon desde una motocicleta en el momento en que descendía de su automóvil. El fallecido tenía once disparos de bala en el momento de su traslado al hospital. Mohamed Brahmi, antiguo líder de Echaab (Pueblo) y uno de los principales dirigentes de la izquierda, se había significado por sus duras críticas al partido islamista Ennahda, actualmente en el poder.
Se trata de la segunda personalidad política de la izquierda asesinada en los últimos cinco meses en Túnez, después de que Chokri Belaid, secretario general del Partido de los Patriotas Demócratas Unificados (WATAD) y -al igual que Brahmi- miembro del Frente Popular, muriera el pasado mes de febrero delante de su domicilio a manos de un grupo salafista. Chokri Belaid también había criticado duramente a Ennahda, al que había acusado de amenazas y agresiones.