Bo Xilai, imputado por soborno, malversación y abuso de poder
El exsecretario del partido comunista chino podría ser penado hasta con la pena de muerte por la cantidad de dinero malversado
MADRID Actualizado: GuardarEl exsecretrario del Partido Comunista (PCCh) en Chongqing (centro de China), Bo Xilai, protagonista del mayor escándalo político de los últimos 30 años en el régimen comunista, ha sido imputado formalmente por soborno, malversación y abuso de poder, anunció la agencia oficial Xinhua. Bo ha sido acusado por el Tribunal Popular de Jinan, capital provincial de Shandong (este).
La acusación formal anunciada hoy por Xinhua abre la puerta a que el juicio pueda verse desde hoy mismo. No obstante, se señala que el juicio se celebrará a mediados del próximo mes ya que, según el sistema chino, se necesitarían, al menos, veinte días para preparar este proceso. En la acusación del Tribunal de Jinan anunciada hoy se señala que "Bo, como funcionario público, se aprovechó de su cargo para sacar provecho para otros y aceptó grandes cantidades de dinero y de propiedades".
También indica que "malversó una enorme cantidad de dinero público y abusó de su poder, perjudicando gravemente los intereses del Estado y de las personas", unos crímenes "serios", incide el documento. Por ellos -se concluye- Bo va a ser imputado por "los cargos de soborno, malversación y abuso de poder". Bo, exministro de Comercio y hasta el estallido del escándalo uno de los favoritos a ascender a los puestos más altos del régimen, podría ser acusado de robar a las arcas públicas, en concreto, 3,8 millones de dólares (2,9 millones de euros), además de los otros cargos.
Luchó contra las mafias locales
Aunque el monto de dinero malversado por el que podría ser juzgado es un delito penado hasta con la muerte, según el sistema legal chino, abogados del país asiático han señalado la posibilidad de que Bo eluda la pena capital, dado su alto perfil y sus similitudes ideológicas con el actual presidente chino, Xi Jinping. Para algunos medios, el inminente juicio podría celebrarse en vista pública y de manera inédita en China.
Bo fue destituido en marzo de 2012, poco después de que su "número dos" en Chongqing, Wang Lijun, revelara que la esposa de Bo, Gu Kailai, había asesinado a un empresario británico, delito por el que en agosto pasado fue condenada a muerte "suspendida" lo que, en el sistema chino, se puede traducir en una cadena perpetua si su comportamiento es el adecuado los dos primeros años de condena. Wang, que llegó incluso a pedir asilo -sin éxito- en un Consulado de Estados Unidos en China, fue, a su vez, condenado a 15 años de prisión por soborno, traición y abuso de poder.
Bo, cuyo gobierno en Chongqing se hizo popular por su lucha contra las mafias locales y la adopción de ideologías y estéticas maoístas, no ha sido visto en público desde hace casi año y medio, aunque se cree que está en una prisión de las afueras de Pekín, donde suelen ser internados altos cargos condenados por corrupción. El régimen comunista desea dar carpetazo al caso antes de que se celebre el siguiente plenario anual del Congreso del Partido Comunista (previsiblemente en octubre). El congreso del pasado año, en el que Xi asumió el liderazgo del Partido, quedó ensombrecido e incluso tuvo que ser atrasado unos meses por el gran alcance del escándalo Bo Xilai.