Preocupación por el supuesto espionaje digital de EE UU
«Si se confirman, esas actuaciones son incompatibles con una Estado democrático», afirma Rodríguez Álvarez preguntado por lo filtrado por Snowden
MADRID Actualizado: GuardarPrudencia, pero también inquietud por las informaciones sobre la supuesta campaña de vigilancia llevada a cabo por el Gobierno estadounidense y que hace pocas semanas fue destapada por el extécnico de la CIA, Edward Snowden. Rodríguez afirma que «no tiene una confirmación de la veracidad de esas informaciones», pero que son «altamente preocupantes. «Si se confirmasen, estas actuaciones son incompatibles con un Estado democrático como el que tenemos garantizado en España, en el resto de países europeos y también en Estados Unidos. Sería una clara vulneración de derechos fundamentales», analiza.
«Habría que reflexionar sobre los límites de la renuncia a las libertades en aras de la seguridad», agrega. Una tensión, la de ponderar estas dos materias, que se ha visto acentuada tras los atentados terroristas del 11-S en Nueva York y posteriormente los de Madrid y Londres.
Muchas empresas tecnológicas como Facebook, Google, o más recientemente, Microsoft, han sido señaladas por cooperar para facilitar el acceso a sus servidores a los equipos de la NSA, la CIA o el FBI. «Las compañías afectadas deberían actuar con transparencia y exponer con claridad si ha pasado algo», demanda el director de la AEPD. «Estas informaciones están afectando también a la confianza de los usuarios. Cuando uno utiliza el correo o la 'nube' de estas compañías lo hace con la idea de que esa información será tratada con los criterios de confidencial que es exigible en un Estado de derecho», puntualiza.
Estamos en un periodo de fascinación por la tecnología y por estos servicios, que son atractivos y muy útiles, pero que también plantean nuevos riesgos potenciales», dice Rodríguez, quien dice que «no hay que demonizar» estos 'ingenios', sino hacer un uso racional y consciente de esos servicios. Para ello pide a los proveedores que «informen con transparencia», dando la información necesaria al usuario para decidir «libremente» qué datos se ceden a estos actores y respetando los derechos de acceso, rectificación, oposición y cancelación.