Una última frase antes de la inyección letal
El estado de Texas ha hecho públicas las últimas palabras de los reos condenados a muerte, en total 500 desde 1982
MADRID Actualizado: GuardarPolémica en Texas, uno de los estados que más ejecuciones realiza. El Gobierno, en su web oficial, ha hecho públicas las últimas palabras de los condenados a muerte. Y suman ya un total de 500 entre aquella primera de diciembre de 1982 hasta la última del 26 de junio de este año. El blog, que lleva más de tres millones de visitas, ha recibido las feroces críticas de los abogados y asociaciones partidarios de abolir la pena capital, puesto que argumentan que se trata de un acto íntimo y que éstas personas no se merecen que salgan a la luz sus últimos mensajes.
Declaraciones de amor o de perdón, deseos de paz, rezos a su dios, proclamaciones de inocencia y reivindicaciones son algunos de los sentimientos que se repiten entre los presos del corredor de la muerte y que han sido recopilados por el departamento de Justicia de Texas. Extraemos algunos:
- "Como musulmán devoto, creo que esta vida es solo una preparación para la verdadera que ha de venir... Desde que me convertí al islam, he tratado de vivir como Alá quiere que viva". Charlie Brooks fue el primer ejecutado en el estado de Texas, en diciembre de 1982, por asesinar a tiros a un mecánico al que robó el coche.
- "Ésta es la igualdad en la Justicia americana. La vida de un mexicano no vale nada. Esta es vuestra igualdad". Recriminaba el latino Henry Porter antes de dejar este mundo en 1985 por asesinar a un policía que le estaba deteniendo.
- "Me merezco esto. Decid a todo el mundo que he dicho adiós". Bass, de 30 años, fue declarado culpable de matar a tiros a un policía y ejecutado en 1986.
- "Yo os perdono a todos. Espero que Dios también os perdone", exclamaba Billy C. Gardner en 1995.
- "Siento lo que te hice, mamá. No lo digo porque vaya a morir. Gracias por apoyarme y ser amable conmigo cuando era un niño". Joseph Cannon, 38 años, asesinó a tiros a una abogada con la que vivía al estar en un periodo de preuba por otros delitos. Fue ejecutado en 1998.
- "No llores, te estaré esperando al otro lado", le dijo a su amada Domingo Cantu en el año 1999.
- "No creo que el mundo sea un lugar mejor o más seguro sin mí". Jeffrey Doughtie, que mató a una pareja que no le dio dinero para drogas, dejó esta reflexión en el año 2001.
- "Nada de esto debería haber ocurrido y ahora que me estoy muriendo, no queda nada de qué preocuparse. Sé que fue un error. No tengo a nadie a quien culpar sino a mí mismo". James Colburn fue ejecutado en 2003 después de apuñalar hasta la muerte a la mujer a la que intentó violar.
- "Sólo quiero pedir perdón a la familia. Sé que os causé un montón de dolor y sufrimiento y espero que encontréis paz y descanso con esto". Alvin Crane asumía su culpa y dedicaba sus últimas palabras a la familia de su víctima.
- "Gracias, Cristo. Gracias por bendecirme. Sé que eres tú, Jesucristo, el que ha obrado este milagro en mí", rezaba un cristiano antes de ser ajusticiado en 2011.
- '¡Vamos, Cowboys!". Jesse Hernández puso un toque de humor en 2012 en el corredor de la muerte al lanzar un grito de ánimo para su equipo de fútbol favorito. Mató a un bebé tras golpearlo con una linterna.
- "Esto no es una pérdida, ésta es una victoria. Usted sabe a dónde voy. Me voy a casa para estar con Jesús. Mantened la fe. Os quiero. Gracias, capellán." Dijo la mujer de origen afroamericano Kimberly McCarthy, cuyo crimen fue apuñalar a un anciano de 70 años para robarle sus tarjetas de crédito y su coche. Este es el alegato de la última de los ejecutados en Texas, por el momento. Fue el pasado 26 de junio.