Peinados arriesgados
David Beckham fue el precursor de una moda que se ha convertido en una obligación
MADRID Actualizado: GuardarTres son las características necesarias para ser una estrella: tener un buen regate, gozar de un disparo acertado a puerta y llevar el peinado ‘original’. En el mundo del fútbol lo importante es destacar por encima del resto, y cuando más centres la atención de los focos, mejor. Muchos jugadores no serán recordados por sus aportaciones al deporte, pero sí por su atrevimiento a llevar cortes de pelo que pocos se atreverían a lucir en la calle.
David Beckham, exjugador de Real Madrid y Manchester United entre otros, fue el primero en asociar la imagen física con el fútbol. Todos los aficionados esperaban ansiosos el comienzo de temporada para ver qué peinado llevaría la estrella inglesa y luego, reproducírselo en su cabeza. Cresta, rapado, ‘tupé’, coleta…El futbolista ha llevado decenas de peinados pero ninguno se salía de lo ‘normal’, como sucede en otros casos.
El brasileño Ronaldo se dejó una especie de sombreado en la parte frontal de la cabeza, mientras el resto lo tenía afeitado. Un diseño tan atrevido como horroroso. Taribo West, exjugador del Inter, llegó a decorar su pelo con cuerdas, algo espantoso para cualquier gusto. Abel Xavier, excentral portugués, se decoró el pelo con distintas crestas por la testa y se las tiñó re rubio.
Balotelli, delantero del City, también tiene un repertorio de extraños diseños capilares. En la cima de sus peinados mas espantosos está el que se hizo durante su estancia en el Inter, donde llegó a acumular hasta seis colores diferentes en el pelo. También se le recuerda por la cresta ‘solitaria’ o por sus dibujos laterales más propios de un ciudadano del Bronx que se un jugador profesional del fútbol.
El último en apuntarse a esta moda visual ha sido Cristiano Ronaldo, que se ha apuntado al estilo ‘hipters’. El astro portugués se ha dejado una especie de cresta larga teñida de rubio y los laterales rapados. Además se ha puesto las famosas ‘gafa pasta’, algo que le da un aspecto mucho más moderno.
Como esto continúe así, en pocos años los aficionados se extrañaran al ver un jugador ‘normal’ como Iniesta, sin tatuajes, pendientes, ni peinados extraños, que sólo destaque por su trabajo y no por su aspecto.