en Mijas

Mata a su mujer impedida y a su hija discapacitada y se suicida

El presunto autor de los disparos es un inversor de 57 años que dejó una nota de despedida y que podría afrontar problemas financieros

MIJAS Actualizado: Guardar
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Mijas vivió ayer una de sus jornadas más macabras. Los cadáveres de un matrimonio extranjero y su hija aparecieron durante la mañana con varios impactos causados por arma de fuego en el interior de la vivienda que tenían alquilada en la urbanización Torrenueva, situados a escasos kilómetros del núcleo de La Cala de Mijas, donde la familia residía desde hace unos cinco años.

Pese a que la Guardia Civil mantiene de momento la investigación con todas las hipótesis abiertas, todos los indicios apuntan a que el hombre, un inversor de nacionalidad inglesa, habría matado a su mujer, una irlandesa de 54 años aquejada de problemas de movilidad, así como a su hija, también irlandesa nacida en abril del año 1985 y que tenía diagnosticada una discapacidad psíquica.

Los hechos se dieron a conocer durante la mañana de ayer. Según las primeras investigaciones, todo comenzó después de que una pareja amiga de la familia extranjera avisase al propietario de la vivienda, ubicada en el número 266 de la calle Tarifa, en uno de los mayores entornos costeros del municipio costasoleño. Tal y como relataron a los agentes que ahora se encargan de la investigación, llevaban varios días intentando contactar con ellos sin ningún tipo de éxito.

Cuando el dueño, también británico, accedió con sus propias llaves al inmueble, se topó con una escena macabra: los tres cadáveres de la familia se distribuían en distintas estancias. Inmediatamente, dio aviso telefónico a la Guardia Civil de Mijas.

Tras personarse en las inmediaciones del domicilio, alrededor de las doce y media de la mañana, los agentes acordonaron el entorno para posteriormente desplegar un vasto dispositivo de investigación y también, evitar la pérdida de pruebas en la escena del triple siniestro. En ese momento, según fuentes cercanas al caso, los miembros del instituto armado comprobaron que el cadáver del inglés -Philip E.W., nacido en septiembre de 1956-, se encontraba en la estancia principal tumbado sobre el sofá. Según ha podido saber SUR, junto al cuerpo había un arma corta de fuego.

Cubiertos

Mientras completaban la primera inspección ocular, localizaron los cadáveres del resto de los integrantes de la familia. Comprobaron que, tanto el de la mujer -Sheila W.-, como el de la hija -Sophie E. W.-, también tenían heridas de bala. Según la información aportada por miembros de la investigación, cada una de ellas reposaba en su respectiva habitación, tumbadas en la cama y cubiertas con la sábana hasta la altura del cuello. Las mismas fuentes aseguran que, el único acceso a la vivienda, que cuenta con sistemas de seguridad y protección, no tenía signos externos que hicieran pensar que hubiese sido forzado.

Los servicios funerarios trasladaron a primera hora de la tarde a los tres finados hasta el Instituto de Medicina Legal de Málaga Capital, donde está previsto que a lo largo de las próximas horas se realicen sendas autopsias para determinar con mayor exactitud lo ocurrido en esta vivienda.

Por otra parte, este periódico ha podido confirmar que los miembros del instituto armado localizaron en la residencia durante las primeras inspecciones oculares un documento manuscrito, a modo de carta de despedida. Según parece, está firmada por el presunto autor de los disparos y en él pediría perdón por lo ocurrido.

Todos los indicios apuntan a que los hechos habrían tenido lugar varios días antes del hallazgo de los cuerpos. De hecho, algunos residentes colindantes, que prefieren mantenerse en el anonimato, recuerdan haber oído algo parecido a un disparo a primera hora de la noche durante la jornada del domingo.