Ancelotti, según Carletto
«No soy un padre pero sí un amigo y un psicólogo de los futbolistas», cuenta el nuevo entrenador del Madrid en su biografía
MADRID Actualizado: GuardarLa imagen de serio que traslada Carlo Ancelotti se transforma en la de un tipo bromista si se lee ‘Preferisco la Coppa’, la biografía del técnico italiano. «Es capaz de hacer bromas antes incluso de una final de ‘Champions’. La gente imagina discursos que te hacen llorar de emoción antes de los grandes partidos, pero Carlo muchas veces lo que nos hacía era llorar de risa», cuenta el mítico Paolo Maldini en el libro escrito por Alessandro Alciato y que desmenuzó el periodista Gaby Ruiz en uno de sus comentarios en grada360.com.
Explica Maldini que Ancelotti «no es de los que hacen las cosas por sí mismo y eso denota gran inteligencia». «Por eso puede ganar títulos en cualquier sitio:en el Milan, en el Chelsea o en el Real Madrid». Sí, ya hace cuatro años el que fuera lateral y central ‘rossonero’ hablaba del Madrid, quizá conocedor de que Ancelotti llegó a tener un precontrato firmado y enviado por fax a las oficinas de La Castellana.
Maldini escribe sobre la personalidad del técnico, sobre su forma de manejar la presión y el colectivo. «De todos los entrenadores que he tenido, él ha sido el que ha manejado el vestuario con más serenidad. Se guarda las preocupaciones y tensiones, y así el equipo permanece tranquilo. El secreto de nuestras victorias fue su normalidad:no hace falta ser ‘Special one, two o three’ para triunfar. Basta tener equilibrio y estar alejado de aquellos que hacen fuegos artificiales delante de las cámaras».
Un palo de Maldini a Mourinho, de quien también se acuerda el propio Ancelotti, y no precisamente para bien, en el capítulo 24 del libro:«Me consideran ‘The best’ (el mejor) pero no ‘The Special One’ porque ese título ya estaba ocupado. José Mourinho se lo había asignado ya a José Mourinho».
La biografía revela que de pequeño, el futuro símbolo del Milan era interista y se volvía loco viendo jugar a Sandro Mazzola. Yque le gusta que sus equipos cuenten con un nutrido grupo de canteranos y de jugadores del país como lo eran Galli, Costacurta, Baresi, Maldini y Evani en el Milan. «Tuvo un alma un alma fuertemente italiana. Cinco o seis italianos los hay y los tiene que haber siempre», dijo, refiriéndose a una de las claves del gran Milan de Arrigo Sacchi.
«GRACIAS, Florentino»
A la hora de explicar cómo se debe conducir a un grupo, ‘Carletto’ se basa en una filosofía humilde, en su origen campesino. «Si no hubiera sido por el sudor de mis padres, yo no estaría aquí. En la época era un sacrificio enorme trabajar la tierra sin maquinaria. Se hacía todo a mano y se tardaba mucho. Y lo que sembrabas lo recogías un año más tarde, así que había que tener una enorme paciencia y no venirte abajo en los momentos difíciles. Ahí fue donde aprendí que el arte de la calma es fundamental, y en mi vida me ha servido mucho:como jugador, para soportar las lesiones (acabó con las rodillas destrozadas), y como entrenador la he utilizado un millón de veces. Cuando el comportamiento de un jugador me pone bajo presión, o cuando critican los aficionados, el club o la prensa..., calma y sentido común. Si no, estás acabado. Me gusta hablar con los jugadores, no gritar. Me siento dentro del grupo, ni por encima ni por debajo. No soy un padre, pero sí un amigo, y también un psicólogo. Nunca he tenido una discusión fuerte con un jugador, pero sí muchas veces nos hemos reído juntos».
En su penúltima página, el libro muestra un guiño de Ancelotti a Florentino Pérez. Le dedica un «GRACIAS» así, en mayúsculas. Le agradece al presidente blanco sus «charlas con el buen sabor de las cosas antiguas y sencillas», y que se despidiera de él siempre con la misma frase, una sentencia que hoy cobra máxima actualidad. «Carlo, un día usted será mi entrenador».