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Simon Rattle inyecta esperanza con la novena de Beethoven

Al frente de la Filarmónica de Berlín, inicia en el Real una minigira que pasa también por el Auditorio Nacional y el Palau de la Música

MADRID Actualizado: Guardar
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Sir Simon Rattle, director titular de la Filarmónica de Berlín y una de la primeras batutas del mundo, dirige a Beethoven en su esperada minigira por España que arranca este miércoles en Madrid. El genial director británico quiere inyectar «esperanza, consuelo y alegría» al alicaído publico español a través de uno de los grandes hitos de la música universal y al frente de la impecable formación que comanda desde hace más de una década. Le duele que la crisis «pueda acabar en minutos con un excepcional trabajo de años a favor de la música en España».

«Estoy feliz de regresar con la filarmónica de Berlín», saludó Rattle, lamentando que no cuajara su proyecto de hacer ‘La Flauta Mágica’ de Mozart en el Real debido a la crisis y los forzados recortes. Algunos de los solistas de esta ópera estarán, con todo, en los cinco conciertos españoles de la formación.

Los días 26, 27 y 28, el director inglés interpretará en el Teatro Real la mítica Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven (1770-1827). Carl Berstein se refirió a este emblema beetoveniano como «una súplica idealista a favor de la paz mundial» y Rattle la percibe como una obra necesaria y balsámica para los tiempos difíciles que atraviesa España. «Es una obra más necesaria que nunca para recibir esa esperanza, consuelo y alegría que tan adecuadamente trasmiten estos pentagramas», señala Rattle. «Habla de hermandad, como ‘La Flauta Mágica’, y como ella se hace cada vez más y más luminosa e ideal para compartir con muchas personas», justifica su elección.

Rattle estará al frente de su orquesta, del coro Intermezzo, titular del Real y de los cantantes Camilla Tilling (soprano), Nathalie Stutzmann (contralto), Joseph Kaiser (tenor) y Dmitry Ivashchenko (bajo). El día 30 se traslada al Auditorio Nacional, con un programa que incluye páginas de Mozart, Mahler, Berg y Schumann. El periplo concluye el 1 de julio en el Palau de la Música de Barcelona con el réquiem de Fauré y la segunda de Schumann.

En el Real había dirigido el Europakonzert de 2011, y aseguró que regresa es «un inmenso placer». «No van a ser unas vacaciones, pero estoy seguro de que serán maravillosos días», dijo. «Lamento no haber tocado aquí una ópera, pero la vida es larga y quién sabe», bromeó.

Analizó Rattle los efectos de los recortes a la cultura en Europa y en España. «Es una situación desesperada –dijo– y que además se extiende por toda Europa. No hemos llegado al final. La economía no da buena noticias. Siento el más profundo respeto por lo que se logra hacer a pesar de la crisis. Toda programación necesita muchos años para consolidarse y bastan unos minutos para que todo se venga abajo», lamentó. «Lo que ha hecho España es increíble y espero que todo vuelva a su ser cuando las aguas de la economía retomen su cauce», dijo. «Sobreviviremos y creceremos», apuntó un optimista Rattle, que se deshizo en elogios hacia el Real, que ha sido «honesto y generoso» al replantearse la situación y cambia por una serie de conciertos las óperas que estaban programadas para tres años.

Trayectoria

Titular de la Berliner Philharmoniker y director artístico de la Berliner Philharmonie desde septiembre de 2002, el repertorio como director sinfónico y operístico de Sir Simon Rattle abarca desde el barroco hasta las nuevas músicas. Es Principle Artist de la Orchestra of the Age of Enlightenment y colabora con las principales agrupaciones musicales en Europa y los Estados Unidos.

Antes de asumir el cargo de director titular, Simon Rattle mantuvo durante quince años una estrecha colaboración con la filarmónica berlinesa creada en 1882 y por la que han pasado las mejores batutas de la historia: Hans von Büllow, Arthur Nikisch, Wilhelm Furtwängler, Herbert Von Karajan o Claudo Abbado, entre otros. El italiano cedió al caer enfermo el testigo a Rattle, que se impuso el reto de democratizar la orquesta y renovar su repertorio. Como hiciera antes en Birminghan, Rattle ha insuflado vitalidad a una formación con la que se identifica plenamente y con la que mantiene un idilio que ya tiene punto final. Y es que Rattle dejará la orquesta en 2018 «para que un nuevo director la revitalice bajo otros parámetros». «Mi marcha no tiene nada que ver con la ausencia de la orquesta del festival de Salzburgo», explicó. «No soy el presidente de Estados Unidos, pero el año que viene habré cubierto cuatro mandados, 16 años maravillosos, y hay que saber cuando irse de un lugar», señaló. «Extrañaré a la orquesta, pero es mejor irse demasiado pronto que demasiado tarde», dijo.

«La orquesta es como una familia y tenemos momentos maravillosos y discusiones. Es como tiene que ser en un grupo con personalidades tan marcadas como hay en la orquesta», resume. Tuvo Rattle palabras muy cariñosas para Joaquín Riquelme, viola y único español de la formación con 27 nacionalidades. «Si en España hay otros 127 músicos como él, los quiero a todos», dijo.

Nacido en 1955 en Liverpool, Rattle estudió en la Royal Academy of Music de Londres. De 1980 a 1998 trabajó –primero como primer director invitado y asesor musical y después como director musical– con la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham (CBSO), que alcanzó con él la cima de su fama internacional.

El compositor Berthold Goldmischnid, que en su larga carrera trabajó con Klemperer, Furtwängler, Szell o Kleiber, ni dudó en asegurar que Ratlle era «el director probablemente más grande que he visto nunca».

Una de las principales preocupaciones de Rattle es la de aproximar la labor de la filarmónica berlinesa a jóvenes de la más variada procedencia social y cultural. Con esta intención creó el ‘Education-Programm’, con el que la orquesta emprendió nuevos caminos en la difusión de la música. Por este compromiso, así como por su labor artística, Sir Simon Rattle obtuvo en 2009 la Cruz de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, entre otros muchos reconocimientos. En 2010 fue nombrado Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.

El maestro estuvo acompañado por Ignacio García-Belenguer y Gerard Mortier –directores general y artístico del Teatro Real–, Alfonso Aijón, presidente de Ibermúsica, que ofrece el concierto del Auditorio Nacional, y Joan Oller, director general del Palau de la Música Catalana.