Paseantes y policias coinciden en que no vieron nervioso a Bretón al buscar a sus hijos en el parque
Otros vecinos de Las Quemadillas identificaron un olor “extraño” y no identificado el día de la desaparición
CÓRDOBA Actualizado: GuardarLos ciudadanos que estaban en el parque Ciudad de los Niños y Cruz Conde la tarde en que desaparecieron los pequeños Ruth y José Bretón coincidieron hoy en mostrar su extrañeza por la excesiva tranquilidad que mostraba el padre cuando les alertó de que se habían perdido sus hijos. Una actitud que también sorprendió a los policías que le atendieron en esos primeros momentos e incluso le acompañaron a comisaría a denunciar el extravío.
Todos ellos han declarado en la sexta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Córdoba contra José Bretón por el supuesto asesinato de sus hijos, y por que el que se enfrenta a una condena de 40 años de cárcel. Según estos testigos, la actitud de Bretón era “muy diferente a la de alguien que ha perdido a sus hijos”, a los cuales no vieron en ningún momento.
Además, dos jóvenes que estaban sentados en el césped junto a la barra de ejercicios donde Bretón dice que se sentó unos momentos y perdió de vista a los pequeños han asegurado que no vieron a nadie sentado en ese lugar, y tampoco a niños jugando en ese entorno. El acusado se les acercó para preguntarles si habían visto a dos niños y que si los veían que se acercaran a avisar a la Ciudad de los Niños, hacia donde se encaminó. Los monitores de este parque, que fueron quienes alertaron por megafonía para localizar a los pequeños, destacaron la actitud de Bretón con otros padres que han perdido a sus hijos, “y que vienen nerviosos y pidiendo que cerremos las puertas del parque”.
El acusado mantuvo la tranquilidad con los agentes, que han explicado que en esas primeras pesquisas y tras una intensa búsqueda en ambos parques no encontraron ningún rastro de los pequeños.
Un olor "extraño"
Por su parte, los vecinos de Las Quemadillas han asegurado que en torno a las 15.30 horas se percataron de que había humo con un olor muy extraño en el ambiente, un olor muy desagradable que no supieron identificar y que describieron como “algo parecido a goma o tubo quemado, aunque nunca había olido algo similar”. El fuerte olor, insistieron estos vecinos, se prolongó hasta pasada la media tarde. Ninguno de estos dos testigos vio la columna de humo.
Tras ser invalidado la declaración de uno de estos testigos al haber estado presente en la sala en días previos, a la salida ha comentado que cuando supo que se habían perdido los niños, acudió a Las Quemadillas para ofrecerse a ayudar en la búsqueda, pero que tras preguntarles si eran periodistas, Bretón declinó la ayuda porque la Policía ya estaba trabajando en ello. También ha asegurado que sus perros detectaron la presencia de personas en Las Quemadillas durante varios días antes de la desaparición de los pequeños.
Uno de los últimos testigos en declarar ha sido la auxiliar de la Policía Científica que ayudó a la antropóloga forense en los trabajos iniciales de identificación de restos. Esta agente ha asegurado que no hubo presión “más allá de la habitual en nuestro trabajo” para realizar la identificación, y que en varias ocasiones apuntó que, a falta de un examen más minucioso, la forense iba comentando de algunos de los huesos que “eran de roedores”. Esta auxiliar ha señalado que tras su análisis, los restos óseos fueron introducidos en una caja precintada y que pasaron a manos de los agentes de Sevilla para su posterior custodia.
El juicio se reanuda mañana con la declaración, entre otros, del comisario que dirigió la investigación.