El escritor Javier Tomeo fallece en Barcelona a los 80 años

El escritor y dramaturgo aragonés Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932) ha fallecido en el hospital Sagrado Corazón de Barcelona a los 80 años, según han confirmado fuentes de ese hospital. Tomeo fue ingresado hace tres semanas en la clínica barcelonesa por problemas de ciática, pero una infección agravó su estado de salud, ya de por sí complicado por la diabetes que sufría, según fuentes de la editorial Alpha Decay. Tomeo, que no estaba casado ni tenía hijos, recibió en los últimos días la visita de varios amigos y familiares después de que su estado de salud empeorara. El escritor será enterrado en Barcelona, probablemente en el cementerio de Montjuïc, donde reposan sus padres.

El autor, oscense de origen pero afincado en Barcelona durante la mayor parte de su vida, se licenció en Derecho y Criminología por la Universidad de Barcelona. Comenzó su andadura en el mundo literario en la década de los 50 con la publicación de una serie de novelas populares para la editorial Bruguera bajo el pseudónimo de 'Frantz Keller'. Ya en la siguiente década publicaría su primera novela seria y firmada con su nombre real; 'El cazador' (1967), donde dibuja la historia de un hombre que se encierra para siempre en su habitación para no tener que tratar con su madre.

En 1971 fue galardonado con el premio de novela corta Ciudad de Barbastro por 'El Unicornio' y, ya en los años 80, escribió una de sus novelas más aclamadas: 'Amado monstruo'. Su universo literario, plagado de monstruos y seres deformes comenzó a crecer en la década de los 90, su época más prolífica, con obras como 'El gallitigre' (1990), 'El crimen del cine Oriente' (1995), 'Los misterios de la ópera' (1997), 'Napoleón VII' (1999) o 'Cuentos perversos' (2002), entre otros.

Algunas de sus obras han sido traducidas a más de una docena de idiomas e incluso han sido adaptadas al cine y al teatro, con gran éxito. Su trabajo sobre las tablas fue especialmente aclamado en Francia, donde 'Amado monstruo' (Monstre Aimé) obtuvo el aplauso de crítica y público en el Teatro Nacional de la Colline de París en 1989.

Los críticos definen el universo narrativo de Tomeo como sencillo y humano, un realismo mágico honesto y fresco que marcó un estilo único en la literatura de las últimas décadas. El año pasado, la editorial Páginas de Espuma publicó parte de su obra en un volumen de 900 páginas titulado 'Cuentos completos'. En el prólogo, el editor Daniel Gascón destacaba la inclinación del dramaturgo por profundizar en temas como la "la soledad, la insolidaridad y la falta de comunicación entre la gente".