Blesa sale de la cárcel de Soto del Real. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
tribunales

«Solo deseo que esto se esclarezca»

Miguel Blesa sale de prisión tras quedar anulado el caso donde se investigaba su gestión al frente de Caja Madrid

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, salió de la prisión madrileña de Soto del Real a última hora de la tarde de este jueves, tras haberlo ordenado así el controvertido juez Elpidio José Silva, instructor de un caso convertido en papel mojado al haber declarado la Audiencia Provincial de Madrid la nulidad de todas las actuaciones llevadas a cabo desde la primera reapertura del caso en junio de 2012. El exfinanciero, que llevaba encarcelado desde el pasado día 5, también va a recuperar la fianza de 2,5 millones de euros que tuvo que depositar el pasado 16 de mayo para quedar en libertad por una de las dos piezas en que estaba dividido el procedimiento, tras pasar entonces apenas 24 horas en el centro penitenciario de Alcalá-Meco.

Con aparente buen aspecto y ropa informal, Blesa salió de la cárcel acompañado de su abogado. Ya ante los medios de comunicación allí reunidos, evitó abundar en descalificaciones hacia la labor del juez –que, no se olvide, aún no ha archivado formalmente el procedimiento e incluso expresa en su auto sus “dudas” al respecto, por las “ambigüedades y paradojas” que contiene la resolución de la Audiencia-. “De todo en la vida hay que sacar alguna enseñanza”, dijo con un rostro algo cansado, pero visiblemente relajado y en tono satisfecho. “No me siento especialmente importante”, añadió. El exbanquero declaró que no se arrepiente “de nada” y que “sólo” desea que “esto se esclarezca”; “eso sí –apostilló-, con un juez imparcial”, en referencia a la descalificación que ha sufrido la labor del titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid por parte de sus superiores.

Horas antes, su abogado ya había anunciado que estudiará con su cliente si emprende algún tipo de acción legal contra el juez Silva por haber montado –como estima la Audiencia- una “causa general” en su contra para hacerle responsable de la crisis financiera. No en vano, la defensa del exbanquero ya presentó a principios de mayo ante la Fiscalía una denuncia por presunta mala praxis procesal del juez Silva, ante la cual el Ministerio Público abrió unas diligencias de investigación para resolver si existían indicios contra él de una actuación irregular merecedora de reproche penal, en cuyo caso interpondría una querella por un supuesto delito de prevaricación.

Sin acusación particular

El juez justifica la excarcelación fundamentalmente en que la única parte que pidió en su día el ingreso en prisión de Blesa, el colectivo Manos Limpias, no se ha opuesto a la petición de libertad “inmediata” formulada pocas horas antes por la Fiscalía, y a la que obviamente se adhirió la defensa. En realidad, y como recordaba en su escrito el Ministerio Público, ni siquiera existe ya formalmente acusación particular al haber sido expulsada del procedimiento por no considerarla la Audiencia “perjudicada, agraviada u ofendida” de forma directa, aunque puede personarse de nuevo como acción popular presentando la fianza correspondiente.

Aparte de esos argumentos formales –que no por ello de menor importancia conforme a lo que prevé la Ley de Enjuiciamiento Criminal-, Silva admite también la existencia de otro fundamento de peso: los seis autos notificados ayer por la Audiencia madrileña ordenan retrotraer las actuaciones un año atrás, cuando el caso estaba archivado tras una querella inicial de Manos Limpias que, según los magistrados, carecía de “soporte acreditativo del único hecho denunciado”, es decir, de los créditos concedidos por la caja de ahorros a Gerardo Díaz Ferrán, exconsejero de la misma y expresidente de la CEOE. Por ello, todas las actuaciones que se derivaron de su reapertura posterior son “totalmente nulas”, incluidas las intervenciones de correos electrónicos y escuchas telefónicas ordenadas tiempo después por el juez, quien basó el encarcelamiento de Blesa precisamente en algunos de esos mensajes cruzados en octubre de 2008 entre el entonces presidente de Caja Madrid y sus directivos, uno de los cuales decía a su jefe que, además del dinero previsto para la compra del City National Bank of Florida (CNBF), también había dispuesto otros “100 kilos por si ponía algo a tiro”.

Y ahora, ¿qué?

Aunque en la práctica el llamado ‘caso Blesa’ ha quedado vacío de contenido , lo cierto es que el juez Silva podría tratar de forzar la situación para mantener abierta la pieza donde se investiga la adquisición del CNBF, dado que la Sección 30 de la Audiencia resolvía de forma estricta recursos pendientes de la otra parte del procedimiento, la relativa a los créditos a Díaz Ferrán. Sin embargo, la conexión entre ambos es notoria y palpable, según coinciden todas las partes e incluso el propio instructor, que no llegó a motivar profusamente tal separación. Por ello, lo normal –en caso contrario, abogado y Fiscalía volverían a recurrir a la instancia superior- es que acuerde el sobreseimiento de todo el caso en los próximos días.

Sin embargo, no acaban ahí sus problemas. Aparte de la posibilidad de enfrentarse a una querella, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene pendiente de resolver antes de otoño un expediente disciplinario contra él por la presunta comisión de dos faltas muy graves y otra grave por sus particulares métodos profesionales: se le acusa de la falta de motivación de algunas de sus resoluciones (como ha ocurrido en el ‘caso Blesa’), de retrasos “injustificados” en la tramitación de los procedimientos y de “grave desconsideración” hacia el personal de su juzgado. La reacción de Silva tras conocerse este asunto, y también a raíz de algunos comentarios de la Fiscalía y los medios de comunicación sobre su labor, ha sido pedir amparo al propio órgano de gobierno de la judicatura ante las “presiones e injerencias” que estaría sufriendo.