Venezuela entierra el hacha de guerra contra España

Todo fueron buenas palabras, al menos de cara al público. Los ministros de Asuntos Exteriores de España y Venezuela, José Manuel García- Margallo y Elias Jaua, escenificaron este viernes la cordialidad de las relaciones entre ambos países en un encuentro mantenido en Madrid. Atrás quedaron los cruces verbales de las últimas semanas en las que Caracas, con su presidente Nicolás Maduro al frente, acusó al Gobierno español de interferir en los asuntos internos venezolanos a raíz de la estrecha victoria del mandatario caribeño frente al opositor Enrique Capriles.

La petición pública de García-Margallo de que se realizara «un recuento electoral rápido» tras los comicios presidenciales de abril levantó las iras del candidato chavista que exigió al ministro español «sacar sus narices de los asuntos venezolanos». La tensión surgida llevó incluso a Caracas a llamar a consultas a su embajador en Madrid y a la advertencia lanzada por Maduro de que su Gobierno adoptaría «medidas ejemplares» contra España de ser necesario.

Este viernes sin embargo la normalidad ha sido la nota dominante durante la reunión entre ambos cancilleres. Según comunicó Exteriores, los ministros tuvieron ocasión de abordar los principales temas de la agenda bilateral y acordaron dar continuidad al diálogo político. Ambos destacaron además la importancia de las buenas relaciones económicas entre ambos países, cuyos intercambios comerciales se situaron en 2012 en 2.882 millones de euros. A ello se suma el que España se mantenga como uno de los principales inversores en Venezuela.