tecnología y seguridad

Un nido de 500.000 confidentes

La Policía Nacional supera en su cuenta de Twitter el medio millón de seguidores

MADRID Actualizado: Guardar
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Lo mismo anuncian la detención de un hombre en el aeropuerto de Barajas que se les había ingeniado para meter un kilo de cocaína en una pierna ortopédica que tratan de desarticular bulos de internet o el sinfín de falsos mitos que el cine ha creado sobre las redadas y los usos de los agentes. Todo ello, con un margen de maniobra de apenas 140 caracteres. Hace ya cuatro años que la Policía Nacional decidió abrir una cuenta y comenzar a actuar en el nido del jilguero más famoso de internet. Ayer, este cuerpo de seguridad estaba de celebración tras superar el medio millón de seguidores, lo que le convierte en la institución española más ‘popular’ en la red social.

El 25 de febrero de 2009, @policia –antes @policianacional- soltó su primer trino. “Eres ‘hipster’ o de otra tribu o tendencia urbana y lo cuentas online. Pero no muestres toda tu intimidad. La privacidad prima sobre lo ‘trendy’”, se pudo leer entonces. A partir de ahí, la patrulla ocupada de la gestión de estas publicaciones ha cantado casi en 5.000 ocasiones. Una de las últimas para lanzar “trillones de gracias” a su multitudinaria parroquia tras anunciar el nuevo récord con un ‘sonoro’ “BRRRROMMMMMMMM... ¡¡CAAATAAACRAAKKKK!!”. Probablemente estas distendidas píldoras sean uno de los secretos del éxito inapelable de un equipo formado por una decena larga de personas. Esta unidad 2.0 está comandada por Carlos Fernández Guerra, quien siempre ha insistido en que lenguaje se debía emplear debía huir de los formalismos de las comunicaciones oficiales.

Esta política también le valió hace meses a la Policía Nacional en la segunda fuerza de seguridad con más ‘followers’, solo a rebufo del FBI que cuenta con 600.000 efectivos. Por detrás se sitúan un buen puñado de cuerpos oficiales desde la Europol hasta la fuerzas colombianas o mexicanas, que también se han lanzado a realizar sus propios pinitos en el ‘social media’.

No solo informa de peligros. Desde esta tribuna, se pide ayuda para reconocer a un sospechoso, avisan de detenciones o reparte consejos para un buen abanico de situaciones en el mundo real y digital. Levantan la liebre cuando reciben alguna mención de un usuario con la mosca detrás de la oreja por un móvil ‘casi nuevo’ que le ofrecen tirado de precio o preocupado por un correo sospechoso. Acostumbran a cumplir una de las normas básicas que muchos expertos dar respuesta a los ruegos y preguntas de la comunidad, bien sea alguien anónimo o alguien reconocido como Eva Hache. La humorista española escribió en 2011 un “Buenas noches agente” a lo que sumó una captura de pantalla –que también recibió la Guardia Civil- con los mensajes amenazantes que otro usuario le estaba enviado. Tras gestionarlo por una conversación privada en la red social, se inició una investigación que concluyó a las pocas horas con la detención de un joven de 22 años en Marbella.

Las 'tuiteradas'

Las denuncias anónimas y las quejas enviadas a través de este canal por parte de los ciudadanos también han dado origen en varias ocasiones a lo que se ha bautizado como ‘tuiteredadas’. Es el caso de una operación policial que supuso la incautación de 277 kilos de droga en la localidad aragonesa de La Muela y la detención de nueve personas. La actuación se desencadenó gracias a un buen puñado de mensajes confidenciales y anónimos con todo lujo de detalles recibidos durante meses y que acabaron permitiendo dar con la mercancía, escondida en pieles frescas de bovina, que iba a ser distribuida en Madrid.

También hay tiempo para momentos muchos menos distendidos como el que protagonizaron durante la Gala de los Goya de este año queriendo desmontar a lo que definieron como “polis peliculeros”. Durante gran parte de la ceremonia se dedicaron a desmitificar algunos de las licencias cinematográficas que algunos actores y directores suelen recurrir cuando ruedan cintas de acción.

«Polis de película que entran en una escena de riesgo con el arma arriba junto a la cabeza... (¿y si tiene que disparar?) Se quedará sordo», rezaba una de las publicaciones que lamentaban, no con poca sorna, el hecho de que sus ‘homólogos’ de la gran pantalla no tenían ni que redactar atestados ni ceñirse a las indicaciones de un juez. Una serie de comentarios cargados de ironía con los que hicieron una crítica velada a ‘Grupo 7’, protagonizada por Mario Casas y nominada en varias categorías, a la que no llegaron a mencionar directamente.