Verdugos y familiares, unidos contra la pena de muerte
Madrid acoge hasta el sábado este congreso organizado por las principales asociaciones abolicionistas mundiales
MADRID Actualizado: GuardarExcondenados a la pena capital, familiares de reos, carceleros, representantes de más de noventa países, juristas, premios Nobel y activistas se dan cita hasta el sábado en Madrid en el V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte. "La idea es juntar a los políticos y a la sociedad civil para que dialoguen y sienten estrategias a favor de la abolición durante los años venideros", explicó durante el acto inaugural Florence Belliver, presidenta de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, organizadora del encuentro junto con la ONG francesa Ensemble Contre la Peine de Mort (ECPM).
El mundo árabe y africano será uno de los objetivos principales del congreso, según indican sus organizadores. Esto se enmarca en el contexto de la Primavera árabe así como en la situación geopolítica de España. Los menores y la pena capital, el narcotráfico y la pena de muerte, o las estrategias jurídicas y diplomáticas para escapar de este tipo de condenas, serán, entre otros, algunos de los temas que se abordarán estos días.
En los márgenes de esta cumbrese escuchan testimonios como los de Jerry Givens, miembro del equipo de ejecución del Estado de Virginia (EE UU). "Me acostumbré a las ejecuciones y me preparé mentalmente para hacerlo. Para mí era solo un trabajo", dice este hombre que tras años de reflexión ha decidido combatir la pena capital.
Souad El Khamal, cuyo marido e hijo murieron en la cadena de atentados de Casablanca de 2003, explicó que tras el ataque "hubiera matado a los terroristas con sus propias manos", pero que tras años de duelo ha llegado a la conclusión de que la pena capital no es la salida. "Mi marido era un abogado que creía en los derechos humanos. Él no habría estado a favor", dijo El Khamal, que no siente, asegura, una sed de venganza.
En la actualidad, hay 97 países que han abolido este castigo para todo tipo de delitos, mientras que en ocho está derogada para los delitos de derecho común y en 36 la pena capital está abolida de facto ya que aunque sigue en vigor no se ha ejecutado a nadie en la última década. Por contra, todavía hay 57 países donde está práctica sigue estando vigente. De acuerdo con el último informe de Amnistía Internacional, al menos 682 personas fueron ejecutadas en 21 países a lo largo de 2012. China, Irán, Irak, Arabia Saudí, Estados Unidos y Yemen, encabezan esta macabra lista.