Falciani: «Hay que ir al origen del sistema»
"Si se corta una cabeza, hay otra detrás", afirma el informático que sacó del banco privado suizo HSBC la mayor lista de evasores fiscales de la historia
MADRID Actualizado: GuardarHervé Falciani (Mónaco, 1972) pasará a la historia por 'la lista Falciani', la relación de datos guardados en la filial de banca privada suiza del HSBC llegó al Gobierno de España en 2010 con cientos de defraudadores. Pero en realidad su objetivo va mucho más allá, quiere dinamitar las cloacas del dinero negro. Tras su paso por la cárcel (estuvo casi seis meses en Valdemoro) y el periodo de libertad vigilada, Falciani, que tiene pasaporte italiano y francés, ha perdido casi diez kilos. Desde que la Audiencia Nacional rechazó su extradición el 8 de mayo, Falciani ha recuperado parte de su tono físico. Cuando sus dos ocupaciones le dejan (trabaja con la Fiscalía Anticorrupción y en el desarrollo de software para una empresa francesa que le permite trabajar a distancia), sale a correr o practica lucha libre con sus escoltas.
“Tengo una vida mínima en España por motivos de seguridad. Pero no me falta nada. Excepto mi familia, evidentemente. Además de la colaboración con la Justicia continúo trabajando con un instituto de investigación a distancia (radicado en Niza)”, explica en una entrevista con eldiario.es, para añadir que “cuanto más se lucha de forma efectiva contra la corrupción, contra la financiación opaca, más peligro corre mi vida”.
En el HSBC trabajaba como analista técnico del departamento de proyectos estratégicos. En un momento dado “se cambió también la estrategia del banco –en 2008, HSBC fusionó sus dos firmas de banca privada presentes en Suiza-. Algunas personas querían que se cambiara el banco para que fuera más seguro. Otros quisieron aprovechar este tiempo de transición para evitarlo".
Intermediarios
Asegura que al ver lo que ocurría “esto se convierte en un resorte para mover tu conciencia y se convirtió, simplemente, en inaceptable para mí. Esto me indujo a tomar mis propias decisiones y responsabilidades”.
Tras cuatro años huido de su país, Falciani se alegra de que su sacrificio “no sea inútil. Es un sufrimiento, un sacrificio, lo será siempre. La gente entenderá que es más importante controlar las finanzas, las bancas, las transacciones. Y que se debe actuar como actúa el banco, trabajando en redes. Las justicias trabajan menos en contra -unas contra otras- y más juntas. He visto una situación donde la Justicia le falta autonomía, independencia, el resultado era más impunidad. He encontrado una situación donde una Justicia no ayudaba al nivel que podía…”. “Los más poderosos se esconden detrás de testaferros. Es más importante, entender que existe ese mecanismo de intermediarios que es donde se debe pegar"