Muerto el perro, no se acabó la rabia
El Gobierno castellanomanchego decreta la alerta en Toledo tras el caso de un pitbull que atacó a cuatro niños después de contraer esta enfermedad en Marruecos
TOLEDO Actualizado: GuardarEl Gobierno de Castilla-La Mancha ha decretado hoy el nivel de alerta por rabia en la provincia de Toledo a raíz del caso del perro de raza pitbull que el pasado 1 de junio atacó a cuatro menores tras haber contraído la rabia en Marruecos. El Ejecutivo castellano-manchego ha publicado este lunes una resolución en el Diario Oficial de esta comunidad activando esta alarma y obligando a la vacunación en menos de 15 días de perros, gatos y hurones censados en 56 municipios de la provincia de Toledo, incluida la capital.
En torno a este mismo asunto, el subdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo, José Julián Gregorio, ha confirmado la detención del dueño del pitbull como presunto autor de un delito de imprudencia grave con resultado de lesiones graves.
El causante de esta alarma, el pitbull, fue abatido por disparos de la Policía el 2 de junio, horas después de que anduviera suelto por la ciudad de Toledo y de que atacara a cuatro menores, entre ellos un niño de dos años al que destrozó la cara y que aún permanece ingresado en el hospital 'Virgen de la Salud' de Toledo. Los análisis realizados al cadáver del animal descubrieron después que era portador del virus de la rabia, motivo por el que los cuatro menores y los policías que lo capturaron fueron vacunados. Más tarde se supo que el can había pasado temporadas en Marruecos, país donde la rabia es una enfermedad endémica, y en Barcelona, donde había convivido con otros dos perros que "tienen niveles de anticuerpos cuatro veces por encima de lo recomendado", según quiso tranquilizar este lunes el director general de Ganadería de la Junta de Castilla-La Mancha, Tirso Yuste.
En cuanto a la alerta por rabia decretada en buena parte de la provincia de Toledo, la resolución impide a perros, gatos y hurones de las localidades afectadas desplazarse fuera del perímetro de seguridad, de un radio de unos 30 kilómetros desde la ciudad de Toledo, así como participar en concursos o certámenes que supongan la suelta o concentración de animales.