lucha antiterrorista

Los cargos públicos escoltados en el País Vasco pasan de 660 a 79 en dos años

El proceso de reducción comenzó en 2010 y tomó mayor ritmo desde el 20 de octubre de 2011, cuando ETA anunció su cese definitivo

BILBAO Actualizado: Guardar
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Los cargos y ex cargos públicos que cuentan con escolta proporcionada por el Departamento vasco de Seguridad han pasado en dos años y medio de 660 a 79, según se recoge en una respuesta parlamentaria de la consejera del área, Estefanía Beltrán de Heredia, al portavoz de UPyD, Gorka Maneiro.

La consejera explica en su contestación que el proceso de reducción de escoltas comenzó en el año 2010, dentro de un "contexto de ausencia de atentados de ETA". En ese momento, en algunos casos se pasó de dos a un escolta y en otros se retiró totalmente el servicio de seguridad.

A lo largo de 2011 se continuó de forma paulatina con las reducciones y desactivaciones de este servicio, proceso que ha continuado hasta el momento. La mayor reducción se ha registrado a partir del 20 de octubre de 2011, fecha en la que ETA emitió el comunicado del cese definitivo de sus acción terrorista. De este modo, mientras que a principios de 2010 había 660 cargos y excargos públicos con escolta, el año 2012 acabó con 89 protegidos y, con fecha de 28 de mayo de este año esta cifra ha bajado hasta los 79 personas con escolta.

El Ministerio del Interior también retiró en 2012 el servicio de guardaespaldas privado a 554 personas y quienes lo mantuvieron pasaron a estar acompañados por un escolta en lugar de dos. La misma decisión ha adoptado el Gobierno Vasco. El hecho de que protegidos lleven un escolta y no dos a partir de ahora responde, según la consejera, a la posibilidad de "adecuar el servicio de protección a una modalidad efectiva para el momento actual", en el que ETA mantiene el cese de su actividad.

Los 'berrocis'

Beltrán de Heredia, preguntada por si cree que un sólo escolta garantiza la seguridad de su protegido, responde que, "evidentemente, la seguridad absoluta no existe". "Lo que se pretende con los equipos o el personal de seguridad es aportar una protección adecuada a cada persona que lo necesita y basada en el análisis objetivo del riesgo", agrega.

En estos momentos, el Departamento presta escolta a altos cargos, que cuentan desde el 1 de junio con la protección de un ertzaina de la unidad de elite del cuerpo, los llamados 'berrocis', que forman un grupo de 150 agentes. Cuentan con esta protección el lehendakari, los consejeros, los portavoces parlamentarios de los partidos y altos cargos de la judicatura.

Los 'berrocis' se convertirán en "gestores de seguridad personal", entre cuyas funciones está incluida la de conducir el vehículo de su protegido y trasladarle a su lugar de trabajo y a su domicilio. La medida ha creado malestar en el seno de la Ertzaintza porque, según Roberto Seijo, coordinador del sindicato de la Policía vasca Erne, "supone menos seguridad para el ertzaina y para el amenazado", ya que con un sólo escolta la persona es un blanco "muy fácil" porque el agente en solitario no tiene la misma capacidad de reacción.

El portavoz del sindicato policial mayoritario dentro de la Ertzaintza ha señalado que este cambio no suele generar quejas por parte de los protegidos porque algunos lo que quieren "es un chófer".