El eterno aspirante del PP

Fin del camino para el eterno aspirante del PP al Tribunal Constitucional. Enrique López, magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, alcanzó hoy el sillón del alto tribunal tras una carrera meteórica. Pasó de juzgados de instrucción de La Coruña, León y Valladolid al Tribunal Superior de Castilla y León; en 1998 fue nombrado letrado del Consejo General del Poder Judicial y en 2001 entró al órgano de gobierno de los jueces como vocal-portavoz hasta 2008.

Tras concluir su periplo en el Consejo, a donde llegó nombrado por el PP, aterrizó en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Ya entonces sonaba como candidato al Constitucional, pero como no cumplía los requisitos –15 años como jurista de reconocido prestigio-, y su perfil era muy polémico para el PSOE, se fue demorando su designación.

Nacido en Cacabelos (Léon) en 1963, en la Audiencia Nacional ha dejado episodios curiosos. Sobre el ‘caso Faisán’, el soplo policial al aparato de extorsión de ETA, llegó a decir en un auto que era “uno de los episodios más graves que se han registrado en la historia española en la guerra sucia contra el terrorismo”. Una mención que enfadó a sus dos compañeros de sección, a los que no consultó. Ahora llega al Constitucional como el magistrado de procedencia judicial con menor escalafón.