El restaurante del orgasmo fingido de Meg Ryan cumple años
En Katz's Delicatessen, ubicado en el barrio neoyorquino del Lower East Side, se sirve el pastrami más popular de la ciudad
NUEVA YORK Actualizado: GuardarAunque es internacionalmente conocido por servir de escenario al orgasmo fingido más famoso de la historia del cine, el de Meg Ryan en 'Cuando Harry encontró a Sally', el restaurante Katz's de Nueva York, con su célebre pastrami, nació antes incluso que el séptimo arte y este fin de semana celebra su 125 aniversario.
Harry (Billy Crystal) no creía que las mujeres pudieran fingir convincentemente un orgasmo. Y entonces, Sally (Meg Ryan) decidió demostrárselo allí mismo: en el restaurante Katz's Delicatessen del barrio neoyorquino del Lower East Side, donde se sirve el pastrami más popular de la ciudad.
"Si se hubiera pedido 'pastrami', no habría tenido que fingir el orgasmo", asegura uno de los actuales dueños, Jake Dell, tercera generación de la familia que, amigos de los Katz's de toda la vida, tomaron su negocio cuando ningún miembro directo pudo hacerse cargo de él.
Aunque comenzó en 1888 como un restaurante de comida 'kosher' (los patrones que marca la religión judía), pronto se abrió a una gastronomía más amplia, pero siempre manteniendo la receta original de su pastrami. "La comida la hacemos igual que entonces, a la manera de la vieja escuela. No hemos cambiado nada en 125 años", asegura.
La receta no es complicada ni secreta y, de hecho, está en su página web: basta con poner en una cacerola el pastrami completo (que en EE UU se hace con una pieza de vacuno) y hervirlo durante tres horas, hasta que esté tierno pero sin dejar que el agua se consuma del todo. Después, quitar los excesos de grasa y filetear. Pero, si es tan fácil, ¿cuál es el secreto de Katz's?
"Además de la carne, hay un elemento de nostalgia. A la gente le encanta venir aquí y encontrarse el mismo sitio que la primera vez que vinieron. Les recuerda a cuando eran niños y venían con sus abuelos o a cuando eran estudiantes. Es un sitio divertido, ruidoso en el que no hay lugar para el aburrimiento", resume Dell.
Una escena mítica
Durante estos 125 años, el Lower East Side ha evolucionado mucho, pero Katz's sigue incólume. Durante de los años de la guerra, cuando tres de los hijos del dueño fueron a combatir al frente, el restaurante se hizo famoso por su eslogan 'Send a salami to your boy in the Army' (Envía un salami a tu chico en el ejército).
En las últimas décadas, grupos como los Strokes o la nueva diva del pop, Lady Gaga, dieron sus primeros pasos musicales en sus calles. Pero era a finales de los ochenta cuando Rob Reiner, Nora Ephron y Billy Crystal, director, guionista y protagonista de 'Cuando Harry conoció a Sally', eran clientes habituales. "Solían venir aquí y estaban preparando la película. Querían involucrar a Katz's y no sabían cómo. Al final, crearon esa escena que fue increíble (que finalizaba con una clienta diciendo al camarero, 'quiero lo que ha pedido ella') y lo demuestra que 25 años después todavía seguimos hablando de aquello", relata Dell.
Las fotos colgadas en la pared, perdidas entre un sinfín de instantáneas de famosos que han acudido a deleitarse con el pastrami, así lo acreditan. Y sobre la misma mesa donde la rodaron, cuelga un cartel que desea al cliente un disfrute especial.
Para celebrar estos 125 años transcurridos desde que Katz's Delicatesen (que originalmente se llamaba The Iceland Brothers hasta que Willy Katz se unió al negocio en 1903 y, más tarde, comprara su totalidad y lo rebautizara con el nombre que hoy tiene) han preparado todo un festival para el fin de semana. "Tenemos muchos chefs conocidos en Nueva York para hacer su propia versión del pastrami, el primer concurso de comedores de 'pastrami', actuaciones musicales...", explica Dell.
Los beneficios de la cena del viernes (una cena de Shabbat para los judíos que cuesta nada menos que 500 dólares -384 euros- el cubierto), serán para la organización benéfica Henry Street Settlement, dedicada a los necesitados del Lower East Side a quienes ayuda en cuestiones médicas y culturales. El sábado será el día de los conciertos y el domingo se verá quién es el campeón capaz de comerse más pastrami de una sentada. ¿Será una experiencia multiorgásmica?