TENSIÓN EN LA ZONA

Siria: se amontonan las noticias

Con la conferencia de paz de Ginebra en el horizonte, el más que posible envío de misiles rusos a Damasco tensa la actual situación

MADRID Actualizado: Guardar
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Los misiles rusos 'S-300', una joya capaz de alterar el statu quo militar sobre el terreno, ya están en manos sirias, según la interpretación dada a unas palabras del presidente al-Assad a la TV libanesa (del Hezbollah shií) en una entrevista grabada el martes y que debe ser difundida esta noche. Pero, incluso si Moscú no ha matizado sus palabras, como algunos esperaron en vano toda esta mañana, se puede atenuar algo el alcance exacto de la declaración.

Por ejemplo, la versión del acreditado diario francófono 'L´Orient-Le Jour' escribe que, preguntado al respecto, el presidente dice textualmente. “todos los contratos suscritos con Rusia serán honrados y una parte ya lo ha sido recientemente”. Honrar el acuerdo solo puede ser pagar y recibir la mercancía pagada. Varias fuentes, algunas norteamericanas, han hecho saber recientemente que unos 900 millones de dólares han sido ya abonados o, al menos, gran parte en una primera fase.

¿Se puede afirmar que los misiles están físicamente en suelo sirio y, sobre todo, que son operativos? Es improbable y tal vez sea prudente esperar algún tiempo y juzgar ahora la relevante frase del presidente como una parte más del proceso de acotación del escenario político-estratégico del escenario, ahora en vías de casi completa reordenación con las rápidas innovaciones en curso.

Adiós al "punto muerto"

Las noticias, en efecto, se suceden a toda velocidad. Las últimas son las siguientes:

1.- Moscú sugiere (martes) la entrega de los misiles a sabiendas de que eso significa un cambio cualitativo y es un mensaje de la voluntad de Moscú de no ceder ante Washington.

2. - Israel (su ministro de Defensa, Mohse Yaalon) dice ayer que su país “sabrá qué hacer” si los S-300 son desplegados en Siria, lo que se interpreta como una decisión de destruirlos.

3. - El régimen entiende anunciar tal vez mañana mismo que ha terminado de reconquistar la ciudad fronteriza de Qussayr, una baza de gran importancia militar y política, con la activa y valiosa cooperación del Hezbollah libanés.

4. – Esta misma mañana ha trascendido, sin todos los detalles, que por fin y tras un espectáculo que ha durado nueve días, la Coalición Nacional siria, que agrupa a la oposición (salvo las brigadas yihadistas) ha aceptado bajo fuertes presiones de sus padrinos, sobre todo Arabia Saudí y Qatar, ampliar de 60 a 85 sus miembros para que la corriente liberal que represente Michel Kilo, un cristino y viejo opositor interior a Assad, gane peso frente a los islamistas.

5.- Los preparativos para la Conferencia de paz (coloquialmente 'Ginebra II') a celebrar en junio en esa ciudad suiza se han acelerado y solo falta que la Coalición elija ahora un nuevo jefe para relevar al dimisionario Muaz al-Jatib y, si tiene tiempo, anuncie la creación de un gobierno interino para administrar las zonas liberadas.

6. – En Israel se acusa una fuerte tendencia oficial a rebajar la tensión y voces autorizadas como las de ministros de peso, Yuval Steinitz o Sylvam Shalom, se han separado de hecho de Yaalon y han declarado que su país no debe dejarse arrastrar al conflicto sirio y se abstienen de pedir a Washington o a la UE que tome iniciativas militares.

Un conflicto poliédrico e imprevisible

La preocupación es hondísima en Israel, por no hablar del Líbano, donde el Hizbollah es la primera fuerza política y es percibida como la resistencia (sobreentendido, frente a los israelíes) y así llamada oficialmente, y se añade la mención de Assad a que, en adelante, no hará nada por detener a una facción que entienda liberar el Golán se puede escribir que un principio de la temida regionalización de a guerra es ya un hecho.

Israel predica el apaciguamiento y, si se lee bien su discurso oficial, los Estados Unidos también. Washington lo expresa, como es corriente en los usos diplomáticos, por lo que no dice en sus escasas y sobrias declaraciones oficiales sobre el particular. Por ejemplo, no respalda que al-Assad deba dimitir ya y le habrá gustado oir al ministro sirio de Exteriores, Walid Moallem, decir que el presidente estará “hasta la elección de 2004 y podría presentarse de nuevo”… o podría no concurrir.

Por último hay que subrayar que la naturaleza poliédrica del conflicto en Siria alcanza a la rivalidad tradicional ruso-norteamericana. Es verdad que con Vladimir Putin en el Kremlin el acento ruso en política exterior y en el campo de las áreas de influencia es, si vale decirlo así, más soviético. Una corriente de opinión en Washington defiende también allí la contención y por eso John Kerry aceptó co-patrocinar con Moscú la conferencia de Ginebra-II que, nótese, es una iniciativa conjunta americano-rusa, aunque técnicamente juegue un papel el desaparecido mediador de la ONU y la Liga árabe, Lajdar Brahimi…