Cola en una oficina de empleo. / Foto: Archivo | Vídeo: Europa Press
crisis financiera

La OCDE sitúa la tasa del paro por encima del 28% en 2014

La organización advierte al Gobierno de que su “prioridad política número uno” debe ser el crecimiento porque el país sigue “en las garras de la recesión"

MADRID Actualizado: Guardar
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Otrora moderadamente optimista en sus previsiones para España o, al menos, no precisamente el más pesimista en el ‘aula’ de los organismos económicos internacionales, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ofreció este miércoles la visión más desfavorable de los últimos meses respecto al futuro de su economía. El motivo de ello, en realidad, no debería sorprender a nadie: aunque los “sustanciales esfuerzos de consolidación fiscal” han logrado moderar el déficit, pero no tanto como se esperaba –terminó 2012 casi en el -7% sobre el Producto Interior Bruto (el -10,6% contando con las ayudas públicas al sector financiero) y no se espera que baje del -6% ni en 2013 (-6,9%) ni tampoco en 2014 (-6,4%)-, también han pasado una severa factura a la deseada recuperación, hasta el punto de que no se tiene claro cuándo será una realidad.

Para la organización que dirige el mexicano Angel Gurría, la economía española continua estando “en las garras de una recesión prolongada”, dado que al esfuerzo fiscal se unen el elevado endeudamiento del sector privado y la falta de crédito. La consecuencia de todo ello, resaltan sus economistas, es que la demanda doméstica sigue sin levantar cabeza. Es más, ni está –la OCDE prevé que caiga un -4,2% este año- ni se la espera –el descenso llegará al-1,7% el próximo ejercicio-, de modo que uno de los pocos dinamizadores de la actividad volverá a ser el sector exterior: las ventas a otros países crecerán un 2,6% en 2013 y otro 2% en 2014.

No obstante, la cara más preocupante –aunque no sorprendente- de sus previsiones es que la tasa de paro repuntará hasta alcanzar un nuevo máximo histórico el año que viene, con el 28% -solo superado entre las economías desarrolladas por el 28,3% de Grecia-, tras cerrar el presente en el 27,3%. Eso sí, ni la Comisión Europea ni el Fondo Monetario Internacional creen que llegará a ese nivel en apenas 20 meses, pues ambos -en línea con las cuentas que hace el Gobierno- esperan un tope del 27%. La última Encuesta de Población Activa (EPA), sin embargo, reflejaba ya un nivel del 27,1% al cierre del primer trimestre. Por ello, el economista jefe adjunto de la OCDE, Jorgen Elmeskov, insistió en las recetas de más cambios en el mercado laboral, tanto en la línea de reducir al mínimo la variedad de contratos como en la de modificar los criterios que se usan para fijar los salarios, dando mayor peso a las circunstancias particulares de cada empresa.

Efectos “a largo plazo”

Limitar la extensión de la cobertura de los convenios colectivos fue otra de sus sugerencias para mejorar los resultados del mercado laboral español aunque, eso sí, advirtió claramente de que ello no evitaría en modo alguno que la tasa de paro llegue a ese récord del 28% dado que sus efectos positivos “solo se verían en el largo plazo”. Por su parte, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, no concedió especial valor a las cifras de la OCDE, al mostrarse “convencida” de que “sumando esfuerzos (administraciones y empresas) y luchando todos contra el desempleo” se conseguirá “vencer las previsiones”, al tiempo que insistió en la tesis gubernamental de que 2013 será “el último año de la crisis” para empezar luego a “crecer en 2014”.

También la OCDE contempla que la economía española crezca el año que viene, pero apenas un 0,4% desde el desplome del 1,7% que sufrirá este ejercicio, un avance que se antoja a todas luces insuficiente para hablar de recuperación. Por eso, los responsables de la organización advirtieron al Gobierno de Mariano Rajoy de que su “prioridad política número uno” debe ser impulsar el crecimiento, para que no se quede solo en un avance “pobre” como prevén para 2014 –e incluso los años siguientes- casi todos los organismos e institutos, tanto nacionales como internacionales.

Para tal fin le pueden servir de punto de partida, apuntan desde la organización, tanto el crecimiento de sus socios comerciales –la actividad de la ‘zona euro’ pasaría de contraerse un 0,6% en 2013 a expandirse un 1,1% en 2014, conforme a esos cálculos- como las mejoras en los costes de competitividad e incluso el efecto positivo que la bajada de tipos de interés debería tener sobre las condiciones financieras. Claro que tampoco descartan los economistas de la OCDE que la contracción de la economía española resulte al final “más persistente” debido, de un lado, al “aún elevado riesgo de contagio” de posibles acontecimientos adversos en Europa y, de otro, al alto endeudamiento de hogares y empresas.