Las dudas de Florentino

Con la presidencia garantizada por cuatro años más, Florentino Pérez pasará del Real Madrid de los 'galácticos' de la primera etapa y de un entrenador al que concedió poder absoluto en la segunda a partir de 2011, a un técnico manejable (Carlo Ancelotti) y a intento de 'españolizar' una plantilla en la que, salvo sorpresa, coincidirán dos de los futbolistas más determinantes y espectaculares del mundo: Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Florentino deberá pagar por el traspaso del entrenador italiano del París Saint-Germain, como ya hizo con Manuel Pellegrini (4,5 millones de euros) y José Mourinho (16 millones), y también ha lanzado ya su ofensiva por Bale, el codiciado galés del Tottenham que sería competencia de Di María, a quien pretende el club francés propiedad del jeque catarí Al-Khelaifi.

La primera oferta del Madrid por Gareth Bale es de 50 millones de euros y un jugador (Pepe, Marcelo, Di María o Higuaín), según el 'Daily Star', mientras que el Tottenham, en principio, no dejaría marchar al elegido mejor jugador de la Premier por menos de 80 millones e intentará dificultar su salida tras quedarse la pasada temporada sin Modric. Florentino considera a Bale un futbolista fundamental para que el equipo dé un salto cualitativo en el centro del campo, veloz, desequilibrante y con gol, y no solo por la banda izquierda, la que habitualmente ocupa Cristiano. Por ello, el galés, que también puede jugar como lateral zurdo, es el principal objetivo para reforzar la plantilla, aunque también es muy importante su valor mediático.

Aunque Higuaín haya entrado como posible moneda de cambio en la compra de Bale, la Juventus ya ha ofrecido 22 millones al Real Madrid por el delantero argentino que podría convertirse en nuevo compañero de Fernando Llorente en el equipo turinés. El club blanco ha valorado a Higuaín en 30 millones y ahora llega el momento de la negociación para traspasar a un futbolista a quien no fichó Florentino, sino Ramón Calderón, y al que ya no quiere el Bernabéu. Para el puesto de nuevo delantero centro, el Madrid también piensa en su verdugo en la Liga de Campeones, el polaco Lewandowski, a quien ya sondeó en el vestuario del estadio madridista tras consumarse el fracaso del equipo blanco en las semifinales europeas. Incluso Florentino se ha reunido ya con el presidente del Borussia Dortmund, Reinhard Rauball, para abrir una negociación por Lewandowski, tasado en 35 millones y al que ya se colocaba en el Bayern de Pep Guardiola.

El máximo dirigente madridista no cambiará su fórmula de potenciar la plantilla e ilusionar a la afición a golpe de talonario, aunque ahora la convivencia se verá alterada por la tierra quemada que ha dejado Mourinho, aparte de la incertidumbre existente por ver cómo evoluciona el equipo tras la despedida del entrenador que se peleó con el mundo y ha salido escaldado del fútbol español que quiso cambiar. El presidente a quien siempre perseguirá la sombra de Vicente del Bosque y reconoció haberse equivocado por mimar a estrellas de 'otra galaxia' (Figo, Ronaldo, Zidane, Beckham...), afrontará a partir del 16 de junio un nuevo mandato que debe estar marcado en los despachos por la contratación de Ancelotti (el PSG exigirá 7,5 millones por el italiano); la renovación de Cristiano (con contrato hasta 2015); el regreso de Zinedine Zidane (como director deportivo) después de que Mourinho le ganase una guerra a Jorge Valdano; y los fichajes de figuras de relumbrón.

Entre los futuribles internacionales, además de Bale, al Madrid le interesa el 'Kun' Agüero, que desea abandonar el Manchester City, y también los centrocampistas Verratti (PSG), Kondogbia (Sevilla) y Gündogan (Dortmund). Entre los nacionales, además de recomprar al lateral canterano Carvajal (Bayer Leverkusen), el reto es hacerse con los servicios de una de las nuevas perlas del fútbol mundial, el malaguista Isco, mediapunta, al igual que Özil, Modric y Kaká.