El Atlético celebra que «por fin es lunes»

Hacía tiempo que los atléticos temían la vuelta al trabajo tras un fin de semana en el que se habían enfrentado al Real Madrid. Concretamente, desde el 30 de octubre de 1999, la última victoria colchonera ante el eterno rival. Entonces, los dos goles de Jimmy Floyd Hasselbaink y uno más de José Mari permitieron presumir de equipo y del 1-3 durante una temporada, aunque el posterior descenso de categoría acalló y convirtió en amargo el, hasta la pasada semana, último gran recuerdo para la parroquia ‘india’ en los duelos capitalinos.

Pero ayer fue un día totalmente distinto a los de los últimos catorce años. Era el lunes que los seguidores rojiblancos más veteranos habían deseado y esperado durante muchísimo tiempo y que los más jóvenes –aquellos que preguntaban «papá, ¿por qué somos del Atleti?»– querían vivir por vez primera.

Después de abundantes comienzos de semana aguantando burlas en la oficina, chistes fáciles en el colegio y bromas gruesas en el bar, los atléticos abrieron sus ojos con la sonrisa afilada cuando sonó el otrora odiado despertador. Con ese gesto torcido, mezcla de felicidad y sentimiento de desquite, propio del que lleva demasiado tiempo aguantando, constreñido ante tantos desaires, sarcasmos, choteos y pitorreos, y que, al fin, ve su oportunidad para levantar la cabeza y gritar con firmeza y en voz alta: «Sí, yo soy del Atleti».

Este recién pasado lunes, el Atlético de Madrid se despertó como campeón de la Copa del Rey, como ganador de la final disputada en el Santiago Bernabéu y ante el Real Madrid. Ayer, los atléticos se levantaron de la cama gritando «por fin es lunes». Y, por eso, este grito de desahogo ha sido el lema escogido por la agencia creativa Sra. Rushmore para celebrar el título obtenido el pasado viernes.

El ‘spot’ que ha lanzado la multipremiada empresa de publicidad, encargada de las más recordadas campañas del club de la ribera del Manzanares, recoge en apenas 22 segundos y sin que se escuche una sola palabra todo el sentimiento de la hinchada colchonera.

Solo un sonido, el de un despertador. Y un plano, el primer plano de un niño menor de esos trece años y medio fatídicos, que mira a la cámara con una pícara sonrisa, enfundado en la camiseta del equipo de sus amores, y que está dispuesto para salir a la calle y cumplir con lo que sus admirados Gabi, Diego Costa Falcao, el ‘Cholo’ Simeone o el ya histórico goleador Miranda lucían en sus camisetas durante las celebraciones junto al dios Neptuno: «Ser campeón no es una meta, es una actitud».