Nadal se inventa una victoria en Roma y se cita con Ferrer
El balear sufrió, remontó ante el letón Gulbis y venció por 1-6, 7-5 y 6-4
MADRID Actualizado: GuardarDos horas y media fueron suficientes para demostrar por qué Rafa Nadal está hecho de otra pasta. Jugó mal, no lo pasó bien sobre la arcilla italiana y aun así ganó. Así de sencillo. Venció a un rocoso e inspirado Gulbis (1-6, 7-5 y 6-4), remontando uno de esos partidos que el resto de tenistas pierde, y se metió en cuartos de final del Masters 1.000 de Roma. En esa ronda se verá las caras con David Ferrer, que pasó de ronda sin jugar por la lesión de Kohslreiber. Es decir, como en Madrid, el principal partido de cuartos de final tendrá sabor español. «Con Ferrer tendré que hacerlo mejor si quiero tener opciones”, explicó Nadal. “Voy a intentar recuperarme bien y salir mañana con la energía que necesito», añadió.
En el último enfrentamiento entre ambos, hace dos meses en Indian Wells, Gulbis ya tuvo a Nadal contras las cuerdas al de Manacor. En Roma también. La arcilla italiana varió poco el devenir del partido. Con descaro y valentía, el primer set del 46 de la ATP fue sencillamente perfecto. Siempre metido en la pista, continuamente con la iniciativa del punto, el letón hizo lo que quiso en la pista. Su servicio mandaba –hizo seis saques directos en la primera manga- y le permitía poner a Nadal tres metros por detrás de la línea de fondo. Enfrente, el balear solo erraba. Tras mostrar su mejor versión ante Fognini en su debut, Rafa parecía desnortado. Ese tartamudeo tenístico posibilitó que tuviese que esperar 28 minutos para conseguir su primer juego en el partido.
Gulbis estaba envalentonado. El partido se movía a su ritmo. De su raqueta salía fuego. Los misiles y los cañonazos del letón no encontraban respuestas en Nadal. Así cerró la primera manga, tras reducir al último campeón de Roma a un juego. Todo en el número 46 del mundo funcionaba. Pero Nadal es Nadal. Sin jugar bien fue poco a poco metiéndose en el partido. Con menos fallos y más cerca de la línea de fondo, el de Manacor abrió brecha en el acto mientras Gulbis se apagaba.
Al final de esa manga el dramatismo se apoderó del encuentro. Cuando Nadal sacaba para cerrar la manga, el letón subió su nivel y rompió el servicio del español; cuando Gulbis servía para volver a ponerse por delante, después de levantar tres bolas de set en contra, el de manacorense se recuperó y reaccionó. Así sacó el juego y el parcial, como siempre, desesperando a su rival.
Ya en el tercer acto, el partido entró en territorio Nadal. En ese momento en el que aumenta la tensión, que cuesta cerrar los puntos y que la mano se agarrota, el principal favorito para Roma fue superior a su rival. Le costó, aguantó, titubeó levemente, pero finalmente se ganó un billete a los cuartos. «Ojalá me sirva para coger confianza y ritmo de juego», resumió Nadal.