EN TRES DE SUS DELEGACIONES

AP afirma que el Gobierno de EE UU espió a sus periodistas

La agencia de noticias denuncia que el Departamento de Justicia ha accedido a comunicaciones con fuentes confidenciales durante al menos dos meses

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Aunque tenga mucho de guión de películas de espías, no lo es. La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) ha denunciado que el Gobierno de Barack Obama pinchó el teléfono de cerca de un centenar de sus periodistas en un acto que han denominado de "intrusismo sin precedentes". La dirección de la empresa asegura, en una carta dirigida al secretario de Justicia, Eric Holder, que se vigilaron más de veinte líneas telefónicas entre abril y mayo del pasado año, vigilando las llamadas que se realizaban desde las delegaciones de Nueva York, Washington y Hartford.

Esta supuesta campaña de espionaje se enmarcaría en la investigación iniciada en la Administración para dar con la fuente que estaba filtrando información clasificada de las actividades de Estados Unidos en Yemen para luchar contra el terrorismo en aquel país. Lo que no ha aclarado el consejero delegado de Ap, Gary Pruitt, es si las llamadas recibidas por sus empleados también han sido interceptadas. "Estos registros revelan potenciales comunicaciones con fuentes confidenciales", ha denunciado Pruitt en una misiva que ha hecho llegar a Eric Holder, secretario de Justicia.

El presidente de EEUU, Barack Obama, es "un firme defensor de la libertad de prensa" y está a la espera de más información sobre la investigación del Departamento de Justicia en el trabajo de Associated Press, indicó hoy la Casa Blanca. El presidente "se enteró ayer (lunes) de las denuncias sobre acciones del Departamento de Justicia en relación con AP ", afirmó hoy el portavoz presidencial Jay Carney durante su rueda de prensa diaria.

"Cualquier comentario de nuestra parte es inapropiado en este momento", agregó, aunque indicó que "puedo decirles que el presidente cree, firmemente, que la prensa debe operar sin restricciones".

Holder, horas después de conocerse el espionaje, ha afirmado que las filtraciones sobre Yemen "es una de las más serias" que ha visto en su carrera. "Es una de las dos o tres filtraciones más serias que he visto", dijo el secretario de Justicia, quien aseguró, además, que "puso en peligro a los ciudadanos de Estados Unidos" y requirió "medidas muy agresivas" para investigarla. Holder aclaró que él se separó de la investigación del Departamento de Justicia desde el principio, por lo que desconoce los detalles del requerimiento que condujo a registrar las llamadas telefónicas de AP , el cual fue dirigido por el subsecretario de su Departamento, James Cole. El fiscal general aseguró que, al apartarse de la investigación, él quiso "asegurarse de que fuese considerada independiente" y "evitar incluso la apariencia de un conflicto de intereses", a lo que sumó su continuo contacto con los medios.

Críticas republicanas

El congresista republicano por California Darrell Issa, presidente de comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, criticó a la Administración del presidente Barack Obama por las revelaciones de la agencia de noticias. "Los estadounidenses deberían tomar nota de que los funcionarios de alto nivel de la Administración Obama se ven a sí mismos por encima de la ley y están envalentonados por la creencia de que no tienen que responder ante nadie", aseguró Issa en un comunicado.

La agencia de noticias conoció esta información el pasado viernes en una carta enviada por el fiscal Ronald Machen del Departamento de Justicia en Washington. William Miller, portavoz de Manchen, eludió referirse al caso en un correo electrónico enviado al diario The Wall Street Journal y se limitó a asegurar que la Fiscalía sigue todas "las leyes aplicables, regulaciones federales y normativas del Departamento de Justicia cuando se emiten mandatos judiciales para acceder a registros de llamadas de organizaciones periodísticas".