Los cromlechs de Stonehenge, en Salisbury, Inglaterra. / Archivo
LA OTRA HISTORIA

Los antepasados de Stonehenge

Una reciente investigación ha descubierto que hubo un asentamiento de cazadores 5.000 años antes de que se levantara el monumento megalítico

MADRID Actualizado: Guardar
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Stonehenge lleva miles de años fascinando a todo aquel que se acerca a contemplar sus ancestrales menhires dispuestos en posición circular. Su presencia, que se remonta a más de 4.500 años, no deja indiferente a nadie. Los expertos aún no se ponen de acuerdo en cómo fue levantado -transportadas las piedras- ni en el significado del complejo. Sin embargo, un reciente estudio se remonta más allá y trata de saber que pasó antes de la construcción del conjunto megalítico más famoso del mundo. Es decir, quiénes eran los antepasados de Stonehenge.

Un pequeño equipo dirigido por el arqueólogo de la universidad Abierta del Reino Unido, David Jacques, ha descubierto en Amesbury, a tan solo un kilómetro y medio del monumento neolítico, un asentamiento semipermanente de caza muy anterior a la construcción de Stonehenge. Llegaron a esta conclusión tras analizar los resultados de sus excavaciones donde hallaron trazas de fuego, yescas y huesos de uros (un bóvido ya extinto similar a la vaca). La datación arrojó otra sorpresa al comprobar que este lugar estuvo habitado unos 3.000 años antes de que las primeras piedras del complejo se levantaran.

Por tanto, los arqueólogos están convencidos de que este yacimiento estuvo habitado durante largas temporadas por cazadores que llegaban desde diversas regiones siguiendo las rutas de animales que existían miles de años antes de la construcción megalítica. Es más, los investigadores han hallado pruebas de presencia humana en la zona que se remonta hasta 5.000 años antes de la instalación de las primeras piedras que conforman Stonehenge. “Estamos empezando a entender por qué Stonehenge fue construido: se trata de antepasados, mucho más antiguos de lo que se pensaba”, explicó Jacques.

Observatorio astronómico

Conocer qué había antes de Stonehenge ayudará a los investigadores a comprender más sobre los responsables de su construcción y las razones por las que levantó el complejo megalítico en ese lugar determinado. Y es que aún son muchos los enigmas que rodean a esta maravilla prehistórica. Para empezar no está claro cuál era su función. Algunos expertos se decantan por un observatorio astronómico, ya que durante el solsticio de verano los rayos del Sol atraviesan el eje de la construcción. Sin embargo, otros creen que se trataba de un lugar ritual o incluso una zona de enterramiento para las personalidades de la época debido a los restos óseos de humanos encontrados (unos 300).

Más apasionante todavía resulta conocer cómo fueron transportados los 32 bloques de arenisca que conforman el crómlech actual. Algunas teorías apuntan a la utilización de troncos de madera que facilitaran el movimiento de los menhires. Otra hipótesis es el uso de madera o piedras más pequeñas a modo de rodamiento. En cualquier caso, Stonehenge sigue guardando numerosos secretos.