Mas: «Peor que la opresión es la renuncia»

El president de la Generalitat, Artur Mas, ha hecho esta noche una encendida defensa de la consulta soberanista, que pretende convocar en 2014. Según Mas, que ha participado, junto a sus predecesores en el cargo, José Montilla, Pasqual Maragall y Jordi Pujol, en la presentación de la colección 'Biblioteca del Catalanismo', de RBA, el catalanismo actual, y en concreto el soberanismo que él lidera, busca una "manera de vivir con dignidad y bienestar". Por ello, ha anunciado que no renunciará al referéndum de autodeterminación. Lo ha hecho, citando al político y periodista de ERC, Antoni Rovira i Virgili (1882-1949), que en 1947, en plena posguerra afirmó que "peor que la opresión es la renuncia". "Renunciar es una manera de morir vergonzosa", ha parafraseado Mas, que ha rematado señalando que Cataluña no "doblará la rodilla”.

Eso sí, Mas ha hecho una llamada al resto de fuerzas del catalanismo a sumar fuerzas, justo el día después de la celebración de la cumbre sobre el derecho a decidir, que acabó sin grandes acuerdos y con el desmarque del PSC. "Los partidos políticos que se definen como catalanistas deben entender que serán juzgados en función de la capacidad que tengan ahora de sumar para que la espalda del país sea lo más ancha posible", ha señalado. Mas, que ha saludo de manera muy fría a Pere Navarro, ha pedido altura de miras, porque Cataluña se encuentra en un momento muy "peligroso", desde el punto de vista del ahogo financiero. "Si aún hoy nos negamos a presentar, ha dicho, los presupuestos es porque en nombre del catalanismo no se puede hacer la destrucción del estado del bienestar" que implicará el recorte que tendría que hacer si aplicara el objetivo de déficit que le impone el Gobierno central.

El president Mas ha criticado además el reportaje emitido la semana pasada en Telemadrid, en el que se le comparaba con Hitler y Stalin. "Estas cosas están hechas desde la ignorancia o la mala o fe, o ambas que es peor", ha afirmado. Según Mas, el catalanismo político, en 150 años de existencia, no ha exhibido nunca valores que no fueran positivos o pacíficos. "Otros proyectos de nuestro entorno no pueden decir lo mismo", ha concluido.