Mursi refuerza el poder de los Hermanos Musulmanes
De los nueve nuevos ministros de su Gobierno, dos son miembros de la formación del mandatario
EL CAIRO Actualizado: GuardarEl presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha nombrado a nueve nuevos ministros de su Gobierno, de los cuales al menos dos son miembros de la formación del mandatario -el Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes-, ante las críticas de la oposición. Los cambios afectan, entre otros, a los ministerios de Finanzas, Petróleo, Agricultura y Planificación.
El primer ministro, Hisham Qandil, acusado por la oposición de no haber resuelto la crisis económica, se dirigió al palacio presidencial acompañado por los nuevos ministros, después de que prestasen juramento. Qandil había dicho el lunes que el cambio afectaría a once ministerios, pero su portavoz ha indicado que el primer ministro se puso de acuerdo con Mursi para limitar los cambios a nueve carteras.
Según medios de comunicación locales, se encuentran entre los nuevos ministros designados dos miembros del Partido de la Libertad y la Justicia: Amr Darrag (Planificación y Cooperación Internacional) y Yahya Hamed (Inversiones). Fayyad Abdel Moneim Hasanein, experto en finanzas islámicas, sustituye en el ministerio de Finanzas a Al Morsi Al Sayyed Hegazi, quien encabezaba difíciles negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un préstamo de 4.800 millones de dólares, en contrapartida de un programa de reformas económicas. Ahmed Suleiman se convierte por su parte en ministro de Justicia.
Pero esta remodelación ministerial no ha satisfecho a la oposición, que reclama un Gobierno de unión nacional. El dirigente opositor Amr Musa, quien fuera canciller durante el régimen de Hosni Mubarak, derrocado por la movilización popular en 2011, ha criticado la remodelación, calificándola de "nuevo paso hacia un control global por parte de los Hermanos Musulmanes". "Se necesitará un nuevo cambio de gobierno dentro de poco tiempo", ha agregado Musa.
Mursi ha reiterado su confianza a su primer ministro, Hisham Qandil. La oposición, que pedía un Gobierno de unión nacional, consideraba la destitución de Qandil como una condición 'sine qua non' para participar en las legislativas previstas en el otoño boreal.