Un elefante en la oficina
Tras convertirse en uno de los servicios más populares de almacenamiento en línea, Evernote trata de entrar en las empresas con su versión Business
MADRID Actualizado: GuardarQuién sabe si la tecnología acabe decretando una nueva revolución lingüística en el refranero español que acabe acuñando expresiones del tipo 'disco duro de elefante' y, de paso, condenando al olvido y el ostracismo el elogio a la memoria del mastodóntico paquidermo. "Queremos ser el cerebro externo de las personas", explica efusivamente John McGeachie, uno de los rostros más conocidos de Evernote, el famoso servicio de almacenamiento en internet.
"Básicamente queremos ser ese lugar que permita al usuario acordarse de todo ya sea guardando fotos, tomando notas o grabando audios en la nube y accediendo desde tu móvil o tu ordenador posteriormente", añade el directivo de la marca. Desde su lanzamiento en 2008, esta 'app' ha visto como su popularidad crecía de manera exponencial hasta ser uno de los nombres más destacados y conocidos del 'cloud computing' a nivel usuario.
Sin embargo, tal y como cuenta McGeachie, esta 'tecnoempresa' estadounidense se lanzó hace unos pocos meses a la conquista de un nuevo espacio: el laboral. "La gran ventaja que hay es que las 'libretas' donde se ponen las notas, si son temas relacionados con la empresa pertenecen única y exclusivamente a la empresa", aclara el responsable Evernote Business. En España ya cuenta con un millón de usuarios 'premium' y el nuevo programa cuenta ya con 50 empresas afiliadas. "De esta manera, al irse a la competencia o dejar el trabajo, el contenido exclusivo seguirá siéndolo sin cancelar necesariamente tu cuenta", afirma, a la par que analiza que la mejora en lo que se refiere "a la confidencialidad" de estas ha conseguido que las empresas tengan un mayor interés por estas herramientas. "Otra de las ventajas es que se puede crear una biblioteca con las libretas de diferentes equipos de investigación y desarrollo para que lo use el resto de departamentos", agrega.
"Por ahora, creemos que encajamos perfectamente en empresas pequeñas y medianas aunque también tenemos cabida en empresas grandes", aclara McGeachie. "Yo creo que ya hay una cultura 'cloud' establecida en el trabajo. Muchas marchas y compañías ya utilizan desde hace muchísimo tiempo instrumentos de almacenamiento y comunicación disponibles en internet y renunciando a sus propias instalaciones", apuntilla.