BALONCESTO | ACB

El Madrid golpea al Barça antes de Londres

Felipe Reyes se lució en un derbi de escasa intensidad y certifica la primera plaza del conjunto blanco en la fase regular

MADRID Actualizado: Guardar
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La clasificación para la 'Final Four' de la Euroliga, en donde se verán las caras en una de las semifinales, convirtió en secundario antes de su comienzo el cuarto derbi del año entre el Real Madrid y el Barcelona. Si, además, los blancos estaban en la jornada 31 a un solo partido de asegurarse la primera plaza de la fase regular, que le daría el factor cancha a su favor en todas las eliminatoria por el título, y los azulgranas no contaban para este encuentro con los lesionados Navarro y C. J. Wallace, lo normal es que el choque estrella de la ACB quedase absolutamente descafeinado. La ausencia de 'La Bomba' es trascendente para los catalanes, más aún en este tipo de partidos. Es el factor desequilibrante de los momentos importantes -como ya demostró ante el Panathinaikos- y la habitual 'bestia negra' del Madrid.

Se podía apelar a la importancia de golpear antes de viajar a Londres, al refuerzo moral del Barça si encadenaba tres victorias seguidas ante el eterno rival o a la necesidad de los madrileños de no acumular derrotas que mellaran su ánimo, pero era absolutamente asumible que los jugadores tuvieran el cuerpo sobre la cancha del Palacio de los Deportes de la capital y la mente apuntando al segundo fin de semana de mayo. Incluso había que entender que Pablo Laso y Xavi Pascual se guardaran algún as en la manga, si es que se puede hacer eso entre dos equipos que dificilmente se pueden conocer mejor, de cara al torneo más importante del año.

Salvo por el buen funcionamiento del trabajado engranaje defensivo del Barcelona, el encuentro comenzó al estilo de una prueba de pretemporada, pero ocho meses de competión después. Las primeras alternativas en el marcador fueron más resultado de desaciertos de unos que efecto del buen juego de los otros.

Solo Ingles, activado tras los problemas físicos de Pete Mickeal y que busca hacerse un hueco definitivo en las rotaciones de su entrenador, comenzó el partido con el entusiasmo debido. Ingles... y Felipe Reyes, el único jugador de la liga que convierte una 'pachanga' en una final. Es difícil hacer más cosas positivas en tan poco tiempo. El capitán blanco sumó nueve puntos en apenas seis minutos y, sobre todo, activó a los suyos, que abrieron una brecha importante (33-24). Un arreón final y un triple afortunado de Huertas volvió a igualar las cosas antes del descanso. Ninguno de los contendientes había merecido hasta entonces ganar el duelo. De hecho, parecía que el partido se lo iba a llevar el que menos tiros se pegara en el pie.

El segundo tiempo, al menos, comenzó con otra intensidad y algo más de calidad. Mientras el Madrid mantenía el dominio en el marcador a base de cargar el rebote ofensivo y de encontrar segundas opciones de tiro, los de Pascual se parapetaron en una zona que puso en dificultades a los locales y con la que fueron recortando punto a punto hasta colocarse por delante, ya en el cuarto periodo, de la mano de Jasikevicius (otro jugador que disfruta en momentos de tensión). Las posteriores alternativas en el dominio del juego, con acciones de mérito de Jawai, Sergio Rodríguez y, una vez más, Ingles y Reyes (que acabó con 19 puntos, 8 rebotes y 25 de valoración en 17 minutos), aventuraban un final del nivel que merecía un choque entre los dos equipos más grandes de la ACB. Pero dos minutos de inspiración de los de Laso fueron suficientes para sentenciar el choque a su favor.

Aquellos que no aguantaron un mal partido y se abandonaron las gradas con antelación se perdieron lo más reseñable del encuentro. La quinta falta del poderoso pívot australiano del Barça despertó el talento madridista para dispararse en el marcador hasta el injusto 78-65 final y que certificó la primera plaza de los locales en la fase regular. Demasiado premio para tan poco baloncesto.