Manuel Fernández de Sousa, presidente el grupo Pescanova. / Archivo
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El juez declara en concurso a Pescanova y suspende a su presidente

La administración concursal estará integrada por un miembro del personal técnico de la CNMV o una persona nombrada por ésta

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Nuevo golpe al controvertido empresario Manuel Fernández de Sousa-Faro. El juzgado de lo mercantil número 1 de Pontevedra le relevó este jueves de la presidencia de Pescanova, al declarar el concurso de acreedores -con carácter “voluntario” y según el procedimiento ordinario- tras estimar “acreditado su estado de insolvencia actual”. A partir de ahora será administrada por un técnico de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que dispondrá de dos meses para informar sobre la situación real de la compañía.

El motivo principal de la suspensión de Fernández de Sousa, apunta el juez, es que su mantenimiento en el cargo «entraña evidentes riesgos» para la compañía, hasta el punto de que podría conducir a una situación de «difícil gobernabilidad en absoluto compatible con el orden de un proceso concursal». Lo justifica, entre otros puntos, en que no ha presentado las cuentas de 2012 en los plazos legales previstos –de hecho, la empresa prevé pedir al nuevo administrador más tiempo para hacerlo– y, además, ocultó en un primer momento al juzgado varias circunstancias.

Entre esas «discrepancias relevantes» entre la documentación inicial que entregó y la «subsanación» que tuvo que presentar pocos días después, y a requerimiento del juez, destaca el hecho de que hubiera caducado ya (el martes pasado) su mandato de cinco años como presidente de Pescanova. Y_no informó en primera instancia –como tampoco hizo a la CNMV_hasta meses después– de la reducción a la mitad de su participación real en la empresa, el 7,51% actual frente al 14,42% que ostentaba hasta finales de 2012.

Los acreedores de Pescanova, a su vez, disponen de un mes para comunicar al nuevo administrador –el juez ha urgido a la CNMV a que lo nombre– qué deudas tiene contraída con ellos. Al cierre del tercer semestre de 2012 (las últimas cuentas oficiales presentadas por la compañía), ascendían a 1.566 millones de euros, si bien los trabajados provisionales realizados por la firma auditora BDO hasta ser apartada en sus funciones por Fernández de Sousa y sus consejeros afines las elevaban por encima de los 2.700 millones, De hecho, entre los datos que el presidente tuvo que ‘corregir’ ante el juzgado de lo mercantil figura una diferencia -“se indica que por error”, apunta el magistrado con aparente desconfianza- de “cerca” de 88 millones de euros en el pasivo total.

El objetivo del concurso declarado ahora es, destaca el juez –quien también advierte como otra “anomalía” que no fue solicitado por todo el consejo de administración, sino solo por una mayoría afín a Fernández de Sousa, al entender que por ser una petición voluntaria podría seguir en el cargo-, compaginar la «satisfacción» de los intereses de los acreedores con «el mantenimiento en lo posible de la actividad y el empleo» en una compañía con más de 10.000 empleados repartidos por todos el mundo, si bien se especifica que el procedimiento solo afecta a la matriz y no a sus filiales (que deberán solicitar, como ya han hecho varias, sus propios concursos si lo estiman conveniente).

Decisión "acertada"

Los sindicatos de Pescanova reaccionaron este jueves con relativa tranquilidad ante el relevo temporal del presidente, que vieron como algo “esperado” y “acertado”, al tiempo que anunciaron que pedirán una reunión con el nuevo administrador una vez sea designado.

Por su parte, la Asociación de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) ha solicitado una reunión urgente con la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, a fin de que les informe sobre la situación real de las investigaciones abiertas respecto a Pescanova, así como de los indicios que ha enviado a la Fiscalía Anticorrupción para que decida si Fernández de Sousa y otros consejeros pudieron incurrir supuestamente en un delito de uso de información privilegiada con la venta secreta de parte de sus acciones durante los últimos meses.

Además, han contactado con varios socios de peso en el consejo de administración de la multinacional -como la cervecera Damm (que controla el 6,2% del capital), el fondo luxemburgués Luxempart (5,8%) y el fondo de capital riesgo Iberfomento (3,4%)- con el objetivo de recabar su apoyo para celebrar una junta general extraordinaria de accionistas.