La economía cayó el 0,5 % en el primer trimestre
La destrucción de empleo también se moderó, ya que cayó a una tasa del 4,5 % interanual, frente al 4,7 % del trimestre anterior
MADRID Actualizado: GuardarLa economía española se ha contraído otro medio punto en el primer trimestre de este año, según la estimación adelantada del Banco de España. El ritmo de caída ha sido del 2% respecto al mismo periodo de 2012, una décima superior a la de finales del pasado ejercicio. Y el deterioro del mercado laboral ha proseguido imparable, con una destrucción de empleo que el informe del instituto emisor cifra en un 4,5% interanual, apenas dos décimas inferior a la del periodo octubre-diciembre. Para conocer los datos oficiales habrá que esperar al avance del Instituto Nacional de Estadística, pero no suele haber muchas diferencias con las proyecciones que realiza el instituto emisor. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya había reconocido que los datos van a moverse en estos rangos.
La reducción del Producto Interior Bruto habría sido tres décimas inferior al 0,8% de caída que se produjo en la recta final de 2012. No ha sido una rebaja significativa, porque las tasas no son estrictamente comparables. Y es que en septiembre pasado se empezó a aplicar la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido. Por eso, los consumidores domésticos, y también las empresas, habían adelantado sus compras e inversiones para evitar ese sobrecoste. Además, la supresión de la paga extra de los funcionarios recortó su capacidad de gasto en una etapa tradicional de desembolsos familiares, como la navideña. Por todo ello, la demanda nacional se hundió entre octubre y diciembre un 2%. En el arranque de este año ha proseguido el descenso, pero a una más moderada tasa del 0,8%
El Banco de España ha explicado que el consumo ha seguido deprimido porque las rentas familiares de los hogares apenas alcanzan, el mercado de trabajo sigue muy débil, la deuda sigue lastrando los presupuestos domésticos y persiste lo que califica como “estrictas condiciones del crédito”. Pese a cierta relajación en los mercados financieros mayoristas, y al bajo precio oficial del dinero que determina el Banco Central Europeo, los tipos de interés de las operaciones “se mantienen en niveles elevados”. Ni las familias están en condiciones de pedir préstamos ni las instituciones financieras se arriesgan a darlos. Algo parecido ha ocurrido con las empresas en los meses iniciales del ejercicio.
La aportación del sector exterior al Producto Interior Bruto, tan celebrada por las autoridades económicas, se ha reducido en el primer trimestre del año a tan solo tres décimas, frente a los 1,2 puntos del periodo octubre-diciembre de 2012. A la espera de mayores detalles sobre los intercambios comerciales y de servicios, la noticia no es totalmente negativa. Si se recuperan, aunque sea ligeramente las importaciones de bienes intermedios o de equipo, esa evolución puede ser un signo adelantado de la muy necesaria recuperación de la confianza, y de una futura inversión.
Empleo y salarios
La trayectoria del mercado laboral ha seguido siendo mala, sin paliativos. Una caída del empleo en un 4,5% supone atenuar el ritmo de destrucción de puestos de trabajo en apenas dos décimas respecto al trimestre anterior. El Banco de España mide esta evolución en puestos de trabajo equivalentes: cada ocho horas equivalen a un empleo, con independencia del número de personas que lo desempeñen.
El Banco de España también ha explicado que la subida de la remuneración de los asalariados en un 0,6% en el primer trimestre de este año, comparada con el hundimiento del 3% de los meses finales de 2012, no supone un cambio de tendencia en la moderación generalizada en los sueldos de los trabajadores. La fuerte reducción del pasado ejercicio fue el reflejo de la supresión de la extra de los empleados públicos.
En la economía de mercado, esto es, en el ámbito de las empresas privadas, la retribución de los trabajadores apenas ha aumentado en el inicio de 2013 un 0,8%. Los autores del informe han advertido que este pequeño aumento de la remuneración en el primer trimestre no ha engrosado directamente la renta de los asalariados, porque es la repercusión del incremento de las bases de cotización social que siempre se produce a comienzos del año. Ese incremento repercute en los costes laborales unitarios de las empresas, pero no en los ingresos domésticos que hacen posible la recuperación del consumo.
El instituto emisor ha celebrado que ese pequeño avance de los costes laborales unitarios se ha visto compensado con creces por el incremento de la productividad en las empresas. Algo muy necesario en un periodo en el que los precios han repuntado el 2,4%, frente al 2,9% de finales del pasado año. Pese a este descenso, la inflación ha lastrado la capacidad de gesto de las familias. Por añadidura, el diferencial respecto a la zona euro se ha mantenido en nueve décimas porcentuales, una distancia que ha seguido deteriorando la competitividad exterior con los principales socios comerciales.