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El Ayuntamiento de Madrid abre 3 expedientes contra Flores
Dos de ellos por infracciones graves en materia de consumo -cifradas en 15.000 euros cada una- y el otro por exceso de aforo
MADRID Actualizado: GuardarEl Ayuntamiento de Madrid ha abierto dos procesos sancionadores contra la empresa Diviertt, con Miguel Ángel Flores al frente, por infracciones graves en materia de consumo -cifradas en 15.000 euros cada una- mientras que la Agencia de Gestión de Licencias de Actividad (AGLA) ha incoado otro por infracciones muy graves relativas al exceso de aforo y a la entrada de menores de edad en el Madrid Arena la noche de la trágica fiesta de Halloween.
El AGLA incoa expediente por infracciones "muy graves" en materia de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas "relacionadas con la superación del aforo máximo permitido y la entrada de menores en el evento" que, en la madrugada del 1 de noviembre, acabó con la vida de cinco jóvenes.
La resolución de este expediente sancionador quedará "condicionada a lo establecido en la resolución o pronunciamiento judicial que determine los hechos y las responsabilidades de lo sucedido en la fiesta organizada por la empresa en el recinto Madrid Arena el 1 de noviembre de 2012", explica el Ayuntamiento. Los otros dos expedientes se refieren a la venta de entradas para el Spacefest, en Nochevieja, fiesta promocionada también por Diviertt después de que el Consistorio hiciera público que no se volvería a realizar este tipo de eventos en el Madrid Arena tras la tragedia de la noche de Halloween.
La organización vendió entradas varios meses antes de su celebración a través de varios canales, como ventas a distancia por Internet, por medio de relaciones públicas y ventas directas en determinados establecimientos. Inspectores del Instituto Municipal de Consumo y técnicos de Calidad y Consumo realizaron varias visitas a establecimientos donde se estaba desarrollando la venta directa de entradas para esta fiesta y detectaron infracciones tipificadas como graves en materia de consumo.
En primer lugar, en las entradas que se estaban vendiendo a los consumidores no constaba el recinto donde se iba a llevar a efecto el evento, sólo ponía que estaba "por confirmar". Esto, en palabras del Consistorio, incumple el deber de veracidad informativa dado que no se facilita al consumidor una información relevante y suficiente sobre una de las características esenciales del contrato.