El Burger King de Kabul. / Jaime García
DEFENSA

Los 'placeres' culinarios de la guerra

La comida de la base de Kabul se ha americanizado y las alternativas son Burger King y Pizza Hut

EMPOTRADO CON LAS TROPAS ESPAÑOLAS EN AFGANISTÁN | KABUL Actualizado: Guardar
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La comida en las bases militares internacionales ya no son lo de antes. El tradicional rancho ha dado paso a un razonable menú con una decena de primeros y segundos a elegir. Ensaladas y verduras para aligerar los estómagos de frituras. Pasta de todo tipo, carnes y algo de pescado. El pollo en sus diferentes variantes que no falte. Tampoco los hidratos del arroz y las perpetuas tiras de bacon con el huevo. Muy americano, vaya.

Eso sí, de beber nada de alcohol. Ni siquiera cerveza cero-cero para saciar la ansiedad. Para ello el sustitutivo perfecto son litros de latas de bebidas azucaradas, con la ‘Coca- cola cero’ y la fanta de fresa como mejunjes estrella de la base de la OTAN en Kabul.

Las diferentes frutas del postre son de lo más apetecible –naranja, pera, plátano, manzana-, pero las verdaderas colas están en la sección de dulces. Una mesa alargada de siete metros da paso a las prohibiciones de toda dieta saludable. Tartas de chocolate, de queso, de fresa; buñuelos de crema y nata; bollería industrial y en mitad de tanta golosina para la vista un cubo de cinco litros de helado. De diferentes sabores, claro. Acompañado de frutos secos y sirope para rizar el rizo.

"Que sea lo que dios quiera"

Los dos comedores para más de 500 comensales se rigen por la horario americano. A las 13.00 horas cerrado para comer y a las 20.00 horas para cenar. El rezagado tiene una hora extra con las sobras a medianoche.

“Aquí tienes dos alternativas; o te conciencias para cuidarte y no engordar o te dejas llevar y que sea lo que dios quiera. El menú está muy americanizado”, señala la única soldado española en el contingente de Kabul.

¿Y qué alternativas culinarias hay en la base? Como el mando de operaciones de Afganistán es un ir y venir constante de militares, los 4.000 que están de continúo buscan otras alternativas que llevarse a la boca. De pago, claro. Pero cuando esta alternativa es el fast-food se te cae el instinto primario.

Porque las bases internacionales del siglo XXI han sido colonizadas por la industria de la comida rápida. Burger King, Pizza Hut, restaurantes pseudoitalianos y asiáticos, bocaterías... Un hábito exportado de Estados Unidos desde la guerra del Golfo en los años noventa y que también ha llegado a la base de Kabul. Por algo los orondos marines son la nota predominante por estos lares.