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Las perlas de Cañete
El ministro que nos enseñó que los yogures ya no caducan en España, ataca de nuevo aconsejando duchas de agua fría para ahorrar energía
MADRID Actualizado: GuardarA pesar de la desafección creciente de los ciudadanos hacia la clase política, hay que reconocer que algunos de nuestros dirigentes se toman muy a pecho la cartera que defienden. Solo hay que ver el nivel de simbiosis alcanzado por Miguel Arias Cañete como ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. "Antes era un derrochador de agua", confesaba esta mañana, para explicar acto seguido que desde que el presidente del Gobierno le hiciera "ministro encargado del agua en España", ahora incluso prefiere ducharse "con agua fría".
Cañete ha realizado estas declaraciones en los desayunos de Fórum Europa, junto a la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, quien ha señalado por su parte que no está "dispuesta a renunciar" a sus duchas de agua caliente". "Es lo último que estaría dispuesta a hacer", ha indicado. "Mientras se espera a que salga agua caliente, se desperdicia mucha agua", ha replicado el ministro, reafirmándose en una declaración anterior en la que aseguraba que prefiere una ducha con agua fría "antes que consumir medio litro más".
No es la primera vez que Cañete deja libre su vena ejemplicadora. Hace apenas unos meses, los ciudadanos aprendieron de su mano que los yogures que se fabrican en España ya no caducan, gracias a una medida del Gobierno en virtud de la cual los fabricantes tienen solo la obligación de informar de la fecha de consumo preferente del producto. La decisión, enfocada a paliar el despilfarro de alimentos que cada año lleva a los vertederos 7,7 millones de toneladas de comida apta, derogaba la medida establecida en 2003 y que fijaba para el yogur una fecha de caducidad de 28 días.
Para enfatizar la medida, el máximo responsable de Alimentación en España confesó en RNE que se pelea con sus hijos ante un alimento pasado de fecha. "Veo un yogur que pone una fecha y yo me lo como cinco días más tarde, porque nunca me ha sentado mal", aseguraba. Según explicó, su afición por no desperdiciar alimento alguno le viene dada por su "cultura africana". "Cuando uno ha comido lo que ha comido y ve un yogur en una nevera, ya puede poner la fecha que quiera que yo me lo voy a comer", anunció el ministro.
Incluso si se tira de hemeroteca, ya en su día encontramos otro ejemplo de su aleccionamiento alimentario. En este caso en plena crisis de las "vacas locas", cuando ocupando la misma cartera en el entonces Gobierno de Aznar, hizo una acérrima defensa de las carnes rojas, en forma de chuletón de ternera, del que degustó buenas porciones en público.