'caso saqueo II'

Julián Muñoz: «No tenía ni voz, ni voto, ni opinión, me lo daban todo hecho»

El exalcalde de Marbella afirma que fue el ex primer edil Jesús Gil quien creó las sociedades municipales que supuestamente sirvieron para desviar dinero

MADRID Actualizado: Guardar
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El exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha achacado a su predecesor en el consistorio, el fallecido Jesús Gil, todas las decisiones que se tomaban en el ayuntamiento y ha asegurado que él sólo firmó en su etapa de teniente de alcalde, como un "kamikaze", lo que le ponía delante.

Muñoz es el principal acusado de los 35 que figuran en esta causa, sobre el presunto desvío entre 1994 y 2001 de unos 70 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella a través de empresas públicas y privadas y con dádivas a los concejales, así como un fraude a la Seguridad Social de 91 millones.

Durante su interrogatorio en la Audiencia Nacional por este caso, en el que se enfrenta a una petición fiscal de trece años y medio de cárcel, ha asegurado que, a pesar de ser el presidente del consejo de administración de la mayoría de las 31 empresas municipales creadas por el gobierno de Gil y que supuestamente sirvieron para desviar el dinero, no gestionó "jamás" sus cuentas. Ha defendido una y otra vez que lo que hizo únicamente es firmar la contabilidad de las sociedades y los convenios que le presentaban, siempre por orden de Gil, una persona que ha calificado de "muy egocéntrica", que lo "ninguneó" y a quien "no se le lleva la contraria ni muerto".

El que fuera teniente de alcalde de 1991 a 2003 y primer edil a partir de este último año ha reconocido que, a iniciativa de Gil, nunca cobró un sueldo como concejal, sino un dinero por sus cargos en las empresas municipales, y ha justificado su actuación en que "si no firmabas, te jugabas el sueldo y el puesto". "Gil me ponía los convenios encima de la mesa y yo, como un kamikaze, los firmé, así me ha ido", ha explicado Muñoz, que ha contestado durante unas tres horas a los fiscales y se ha negado a hacerlo con la acusación del Ayuntamiento de Marbella, y ha añadido que nunca pensó que con ello estuviera haciendo algo ilegal.

Asimismo se ha definido como "el tonto de la película" que "no tenía ni voz ni voto ni opinión" y se lo daban "todo hecho", tanto Gil como también su asesor José Luis Sierra, que padece una enfermedad por la que se ha archivado la acusación contra él. "Menos la ropa que nos teníamos que poner, (Gil) decidía casi todo", ha aseverado Muñoz, quien ha sido trasladado a la Audiencia desde la cárcel, donde ingresó el pasado martes por la última de las 54 condenas que pesan sobre él, implicado en 102 procedimientos penales.

Se siente agraviado

Ha dicho además sentirse agraviado por las condenas recaídas en los miembros del gobierno de Gil: "Ya está bien que hayamos pasado por prisión unos tontos por seguir las instrucciones del que mandaba, el alcalde (...) ¿Usted cree que yo estaba capacitado para administrar una sociedad de dos mil o tres mil trabajadores?", le ha dicho al fiscal anticorrupción tras recalcar que era camarero de profesión.

En el juicio que ha comenzado hoy por el 'caso Saqueo II' figuraban acusadas 36 personas, entre ellas los ex primeros ediles Marisol Yagüe y el exfutbolista Tomás Reñones, el principal acusado del 'caso Malaya', Juan Antonio Roca, pero finalmente sólo se han sentado en el banquillo 30 de ellas.

La sala presidida por Alfonso Guevara ha levantado la acusación contra José Luis Sierra por una enfermedad degenerativa a petición de la Fiscalía, a otros tres acusados -los exconcejales Carlos Fernández, Francisco Javier Lendínez y Esteban Guzmán- no se les ha podido localizar, el exconcejal Vitoriano Rodríguez Martínez ha fallecido y otro acusado no ha asistido por enfermedad.

En contestación a las cuestiones previas planteadas por los abogados, el fiscal Juan José Grinda ha considerado que los datos "bastante exactos" que se han recabado no han dejado a los acusados en ninguna situación de indefensión.

Ha explicado que a algunos encausados se les imputa "delinquir a través de un entramado societario opaco al Estado", mientras que otros "se han beneficiado" del dinero municipal o no han dado cuenta de él a las instituciones públicas. Lo que se juzga, ha resumido Grinda, "es toda la gestión del Ayuntamiento de Marbella desde el año 1991".