Pan comido para Nadal
El balear apabulló al alemán Kohlsreiber y se metió en cuartos de final del Masters 1.000 de Montecarlo
MADRID Actualizado: GuardarNadal es mucho más que un tenista en el Montecarlo Country Club, un recinto donde la leyenda de un jugador capaz de ganar este torneo en ocho ocasiones de forma consecutiva está más viva que nunca. Eso lo sabe Philipp Kohlschreiber, que hace lo que puede ante una apisonadora. Aguanta bien al inicio de ambos sets, pero no tarda mucho en desfondarse. El sol y el calor que azota en el Principado hacen el resto para Rafa Nadal. El bote es alto y vivo. Su bola coge el efecto y devora a su rival. El balear sonríe al entrar en la pista y al salir triunfador. Tras endosarle un 6-2 y 6-4 ya está en cuartos de final del primer Masters 1.000 del año, donde se va a medir a Dimitrov.
A Nadal no le hace falta mostrar su mejor versión. El partido es uno más para el balear, uno de tantos que gana sin exigirse al 100%. Juega con confianza, seguro desde la línea de fondo, pero sin lucirse. Es innecesario para que gane. Es su torneo, desde donde ha defendido los campeonatos que se disputan en tierra batida en pro de la vida deportiva del tenista. Es en Montecarlo donde consigue su triunfo número 44 consecutivo. Y es también en Montecarlo donde no se deja sorprender por Kohlschreiber.
No consigue la rotura de servicio en su primer juego al resto, pero en el segundo sí. No le hace falta jugar extraordinariamente bien para poner tierra de por medio, para demostrar que el germano es incapaz de meterle mano. El alemán tiene ante sí al primer jugador de la era 'Open' que puede ganar nueve veces un mismo torneo, normal ese bloqueo.
Tras cerrar la primera manga con un saque directo, el germano se viene arriba. Se encuentra más cómodo ante un Nadal algo más desenchufado que en el primer acto. Pero el tercer cabeza de serie aumenta su nivel cuando tiene que hacerlo. Con 3-3 rompe el servicio de su oponente y a partir de ahí, coser y cantar para el español, que lleva 46 victorias en 47 partidos en Montecarlo.