Un gran Madrid saca su billete para Londres por la vía rápida
El conjunto blanco demostró carácter en Tel Aviv, controló el partido y acabó rematando al Maccabi de la mano de Rudy Fernández y Carroll
MADRID Actualizado: GuardarEl equipo más ofensivo de Europa nace desde la defensa. Y desde la defensa aspira a llegar hasta su novena copa continental. De momento, ya ha alcanzado la 'Final Four' de Londres tras barrer al Maccabi por tres victorias a cero. El Real Madrid demostró en 'La mano de Elías' sus credenciales de serio aspirante a la Euroliga jugando a lo que juegan los grandes, cimentando el triunfo desde atrás, cerrando las vías de escape al enemigo y dominando los tiempos del partido. Si su poder en ataque le hace temible, el carácter demostrado en la mítica cancha macabea, adaptándose a la presión y aguantando los arranques de orgullo de los israelíes con respuestas precisas de sus múltiples recursos, le convierten en una versión mejorada de un equipo que antes ponía siempre la quinta marcha y en esta eliminatoria ha jugado con la intensidad habitual pero al ritmo que más le convenía en cada momento.
La puesta en escena de los madrileños ya fue una declaración de intenciones. Aunque impreciso en el tiro, fue agresivo en el rebote y dejó sin anotar a los hombres de David Platt durante los primeros cinco minutos de partido. El entrenador estadounidense intentó activar a su equipo y buscaba soluciones en el banquillo. De la mano de un Llull que ha recuperado las buenas sensaciones y de la imagen europea de Begic, el Madrid dominaba en las distancias cortas (10-16 en el primer cuarto).
Pero el Maccabi es el cuarto mejor anotador de la máxima competición continental y se esperaba su reacción, que llegó en el segundo cuarto de la mano del eléctrico Logan, el tirador Hickman y el potente Shawn James. Pero los de Laso no se desarmaron y, pese a no contar con la colaboración de un desaparecido Rudy, seguían sumando arrastrados por el coraje y el oportunismo de Felipe Reyes y la magia del malabarista Sergio Rodríguez, mientras pasaban los minutos hacia un descanso que revitalizó a un ya encendido conjunto blanco -de negro esta vez en el Nokia Arena-.
Trampa mortal
Y es que el Madrid soltó el caramelo para que el Maccabi picara nada más volver a la pista. Y su adversario cayó en la trampa. Se lanzó a por el dulce y su rival tiró de la cuerda para dejarle sin premio y desorientado. Con un parcial de 7-0, los locales creyeron tomar el mando (42-38), pero lo que hicieron fue despertar a la pareja exterior más letal de Europa. Porque Rudy no se cansa de tirar y confía casi tanto en él como su entrenador. Y, tras fallar sus ocho primeros tiros, acertó con el noveno, un triple estratosférico que engalanó Carroll con un robo de balón y un mate poderoso para cerrar el tercer cuarto (44-52).
Los madrileños habían recuperado su versión de 'ataque total'. Con los tiradores desatados, el partido y la eliminatoria se acabó minutos después. Concretamente, con el triple del escolta americano que ponía el 51-67 y dejaba a los alicaídos macabeos hundidos sin remedio. Hubo tiempo hasta para que Laso disfrutara del triunfo desde el banquillo y lo celebrara con los suyos ante la siempre intensa pero entendida afición israelí, que tuvo el detalle de aplaudir el rotundo éxito del rival que, tras vagar quince años por el desierto de la indiferencia, alcanzó su segunda 'Final Four' en tres años y sacó su billete en primera clase para Londres con sello de favorito.