«¿Este hombre es Falciani?»

"¿Este hombre es Hervé Daniel Falciani?"; "¿Alguien lo puede acreditar?". La persona que este lunes llegó a la Audiencia Nacional a bordo de un todoterreno blindado y con las lunas tintadas, escoltado de un segundo coche camuflado, dejó sorprendidos a propios y extraños cuando esta mañana apareció en la sala de vista para dirimir su extradición a Suiza.

De aquella persona delgada, con entradas, de piel brillante y nariz afilada de la que únicamente se identificaba por varias de fotos de archivo apenas se podía distinguir un solo trazo. Camuflado con una peluca negra con volumen, gafas de pasta oscuras con lentes transparentes, barba de varios días y algún kilo de más se presentó Falciani ante el tribunal y ante la opinión pública internacional.

Una imagen que llamó mucho la atención, tanto a la prensa como a los abogados defensores, más si cabe viniendo del hombre que ha puesto en jaque el secreto bancario suizo y que poco antes de su detención (verano de 2012) no había tenido recelo en fotografiarse o acudir a algún plató de televisión en Francia.

De ahí que la única fiabilidad de que la persona trajeada que hoy defendió la sustracción de los datos de 130.000 evasores era Falciani la aportó la secretaria judicial, que antes de comenzar la vista oral le preguntó su nombre para identificarse. “Si, soy yo”, respondió el informático italo-francés de 40 años. Pese a todo, las suspicacias se mantuvieron.

Desde que salió de prisión en diciembre pasado, el conocido como ‘Robin Hood de las finanzas’ vive en condiciones de seguridad extremas, con ocho agentes de policía velando por su protección en un piso para testigos protegidos a las afueras de Madrid, que ha sido facilitado por el Ministerio del Interior hasta que se resuelve su extradición. La razón, el alto riesgo a que sufra un ataque. "Tiene muchos enemigos", confirmó uno de los abogados de la defensa. La vida de Falciani ha dado un giro de 360 grados.