Los obstáculos de Casillas

«¡Dos meses después de la operación y la mano va respondiendo!». Iker Casillas lanzó un mensaje a sus seguidores en Facebook que debió propagarse como el fuego hasta el cuerpo técnico del Real Madrid. En su deseo de un regreso inmediato a la portería, el madrileño aprovechó un canal público para continuar su campaña de recuperar un puesto para el que cuenta con diversos obstáculos.

El primer muro que deberá superar Casillas será la oposición de José Mourinho, quien ya le envió al banquillo antes de la lesión. «Adán está mejor que Casillas. El entrenador analiza la situación, ve a los jugadores y elige a su equipo. Escucho a mis ayudantes y es mi opinión, que es la que vale. Ahora podéis inventar las historias que queráis», argumentó el técnico portugués para sustituir al guardameta a finales de diciembre en el partido liguero de Málaga.

Entonces la decisión técnica sonó a aviso al mostoleño. No obstante, el duelo de poder en el vestuario acabó pronto porque la apuesta por Adán bajo palos terminó de manera abrupta con una expulsión del joven en el Santiago Bernabéu contra la Real Sociedad. Con solo dos partidos como titular, el imprevisto precipitó el regreso del castigado Casillas. Además, el guardameta regresó más entonado y encadenó tres partidos consecutivos sin recibir un gol aderezados con sus antiguos destellos. Las actuaciones del cancerbero consolidaron su regreso, calmaron la discusión en la grada y le señalaron como el destinado para enfrentar los decisivos partidos de la Liga de Campeones mientras se escondía su duelo con Mourinho.

Sin embargo, el camino de Casillas se torció cuando Arbeloa se cruzó con un nuevo obstáculo. Durante los cuartos de final de la Copa del Rey en Valencia el lateral golpeó de manera involuntaria la mano de su portero al tratar de despejar un balón. El error provocó un nuevo terremoto: la fractura de la base del primer metacarpiano de su mano izquierda suponía tres meses sin contar con el capitán blanco.

La reacción del Real Madrid resultó inmediata y sintómatica: contrataron a Diego López para contar con un portero veterano. Desde entonces, el antiguo canterano se alineó en todos los partidos sin hueco para Adán y contó con el infrecuente apoyo de Mourinho. «Diego López ha sido el mejor de mi equipo», aseguró el técnico tras la victoria en el campo del Manchester United al tiempo que señaló su descontento con el resto de los elegidos.

Mientras, la relación entre Casillas y Mourinho permaneció en suspenso y pareció suavirzarse. De hecho, el técnico aprovechó la presencia del futbolista en el Camp Nou para volver a ausentarse ante la prensa y enviar al portero en su lugar tras eliminar al Barcelona en el Camp Nou. «Hemos decidido que era un momento para disfrutar y que yo, como capitán, saliera ante vosotros. Espero que no os haya molestado», justificó el madrileño en un posible favor mutuo entre preparador y jugador.

La vuelta

Los interrogantes han regresado con el alta de Casillas antes de lo previsto, ya que el portero estará disponible para el siguiente partido de Liga y los cuartos de final de la Liga de Campeones. Mourinho debe decidir si incorporar al guardameta de manera paulatina, si mantener a Diego López como titular o incluso si conservar a Adán en el banquillo.

Hasta ahora los mensajes lanzados por el cuerpo técnico en público no son halagüeños para Casillas. «Aquí se ha demostrado en dos años y medio que no se juega por estatus sino el que mejor está», avisó Aitor Karanka cuando el madrileño regresó a los entrenamientos. «Los que conocíamos a Diego (López) y sabemos la carrera que lleva no nos está sorprendiendo lo que está haciendo. Ha venido a sumar en momentos importantes y partidos muy difíciles que ha jugado bien», añadió el portavoz de Mourinho.

Las señales públicas no apuntan a un cambio en la postura del técnico portugués, mientras que Vicente del Bosque ha asegurado que será convocado en la Copa Confederaciones que se disputará el próximo verano. Por el momento, Casillas se lo toma como una nueva carrera de obstáculos: «Se pasa mal. No había tenido una lesión importante antes, pero por suerte ya ha pasado lo gordo. Ahora otra vez a disfrutar, a entrenar, a competir y a luchar por intentar jugar, que es lo bonito de esta profesión». Mourinho, de nuevo, tendrá la última palabra.