La cumbre de la ternura: un perro, un niño y un sofá

Entre las decenas de cosas que se pueden hacer con las redes sociales -derrocar gobiernos, entre ellas- hay algunas supuestamente inútiles que sin embargo resultan encantadoras. Una de ellas ha seducido a cientos de miles de personas en una especie de cumbre doméstica de la ternura. La red social de fotografía Instagram, en la que millones de personas cuelgan a diario lo que les place, le ha servido a Aya Sakai, una madre tokiota, para enseñar al mundo la dulzura de algo aparentemente nimio: la relación entre su hijo y su perro.

El pequeño Tasuku, un encantador chaval japonés con peinado a lo cazuela aparece cada día en las pantallas del mundo junto a su perro 'Muu', un pequeño bulldog francés blanco. Son inseparables. Juntos leen cuentos, duermen a pierna suelta, ven la tele y sencillamente pasan el tiempo con la compañía y el contacto físico entre ambos como testigo del vínculo inquebrantable entre hombre y perro. Ese lazo que solo conocen los que tienen un perro en casa, ha supuesto un éxito descomunal en la red. 67.000 personas de todo el mundo seguían hace poco más de un mes la cuenta de Ayasakai en Instagram. Hoy son más de 134.000. También tienen cuenta en Facebook. Cada imagen se comparte cientos de veces y viaja por todo el planeta como una cápsula de serenidad en mitad de un mundo de locos. Tal vez la parte importante de la vida sea un niño y un perro durmiendo la siesta abrazados.